Josep Antoni Duran Lleida y Artur Mas. EFE



El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, ha admitido la profunda crisis en la federación, al afirmar que “ya son muchas cosas” las que se van acumulando, después de que CDC y UDC votaran de forma separada en el Congreso de los Diputados la admisión a trámite del pacto antiyihadista pactado por el PP y el PSOE. Un capítulo más en el enfrentamiento que mantienen Duran y Artur Mas desde su desencuentro sobre el desafío separatista y que ahora está en un punto álgido con motivo de las candidaturas para las elecciones municipales de mayo.

Unió votó a favor y CDC, se abstuvo
Unió Democràtica de Catalunya, liderada por Duran, votó a favor del pacto antiyihadista mientras que CDC optó por la abstención. El portavoz de CiU en el Congreso ha dicho en una entrevista en 8TV que el voto separado fue “innecesario” y que ve una campaña contra él. Eso sí, ha advertido de que “no me tumbarán”. Según explicó, la orden a los diputados de CDC para que se abstuvieran vino de la dirección del partido, vía telefónica.

La llamada en el último minuto
Durán ha explicado que él no era partidario de apoyar el pacto, no por su contenido, que comparte, sino porque está "harto" de que los dos grandes partidos corten el pastel y les inviten "a última hora". Su plan era aceptar el pacto a trámite con la intención de que se pudieran incluir luego modificaciones a través de enmiendas. Así lo comunicó a la
Comisión Ejecutiva Nacional de CiU la semana pasada, según ha precisado, pero "un minuto antes de votar", poco después que el diputado Pere Macias confirmara el sí a la admisión a trámite, "hubo una llamada del núcleo de CDC para ordenar que se abstuvieran".

¿Aguantar hasta después de las elecciones de mayo?
"Si tenemos que separarnos, que sea por algo importante", ha lamentado Duran, que ha considerado que esta lucha interna “no nos lleva a ninguna parte” y que “el que haya buscado una separación, deberá explicarlo”.

El líder de Unió ha dejado claro que la situación actual es muy delicada de cara al futuro de la federación, aunque ha asegurado que confía en que, aunque “ya son muchas cosas”, pueda haber "una reconciliación", posiblemente, con la mirada puesta en las próximas elecciones municipales,  con el fin de conseguir poder local bajo el sello de CiU.