El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ya ha pasado a la historia de Europa. Su gestión al frente del banco será recordada por tres grandes hitos: salvar al euro en 2012, forzar a los gobiernos a la unión bancaria y, por último, poner en marcha por primera vez una compra de deuda pública de los Estados que comparten moneda común. Hay que recordar que el BCE nació solo con un objetivo: contener la inflación y mantenerla en el entorno del 2%. El BCE ya es mucho más que un simple instrumento para vigilar la inflación y se parece mucho a la Reserva Federal norteamericana. Más vale tarde que nunca, lo tenía que haber hecho antes, pero tras vencer la numantina cabezonería alemana por fían este jueves Draghi anuncia que inyectará 60 mil millones de euros al mes durante año y medio.

Espantar la deflación y salir del estancamiento
La economía de la eurozona está estancada, tiene unos niveles de paro muy altos (especialmente en Grecia y Portugal), y aunque economías como precisamente la griega y la española crecen ninguno de los dos países es, ni de lejos, locomotora Europa. Ambos están rescatados, aunque España con rescate parcial (bancario). El IPC en la zona euro se ha desplomado has el -0,2% en tasa interanual y eso es estar en alarma roja. El dato de deflación y las grandes economías estancadas, son los argumentos utilizados por Draghi para  superar el no a todo de los alemanes. Draghi anuncia diez mil millones de euros más al mes de lo previsto, pero solo desde el próximo mes de marzo y hasta septiembre de 2016, por tanto falta por ver si se considera que el programa es suficientemente duradero en el tiempo. La FED norteamericana lleva cuatro años inundando el mercado de dólares.

Si hay pérdidas, a pagar los gobiernos
Pero Draghi ha establecido garantías y si la cosa sale mal serán los países beneficiados por la compra quienes tengan que pagar casi toda la factura. En caso de pérdidas el BCE asumirá el 20% de las mismas y los gobiernos el 80%. Las compras de deuda pública se ajustarán a activos de calidad (¿eso deja fuera a Grecia?) y se ejecutará a través de cada uno de los 19 bancos centrales de los países del euro.

Hipotecas y prima de riesgo
Las primeras consecuencias positivas del BCE se notarán en el abaratamiento de hipotecas dado que el Euribor está ya por debajo del 0,3%, un nivel nunca visto, y la bajada de la prima de riesgo española, que ya esta mañana estaba por debajo de los cien puntos básicos, con lo que volvía a niveles de 2010, justo el año en el que Zapatero hizo su recorte de 15.000 millones de euros.
Además el consejo de gobierno del BCE ha decidido mantener el tipo de interés en su mínimo histórico del 0,05%. Casi cero. En España se están concediendo ya hipotecas al 1,5%.