Málaga milenaria y cosmopolita en el pasado, conserva intactas sus raíces históricas. Si en tiempos remotos fue testigo de los orígenes del hombre y de la cultura mediterránea, hoy convertida en primera potencia de la industria turística andaluza, mantiene viva su tradición de tierra acogedora y creativa.

Málaga marinera en su litoral donde nunca es invierno; de vocación serrana, tierra adentro, donde la naturaleza se muestra en todo su esplendor. Pueblos blancos de hermosa arquitectura, envueltos en románticas leyendas, ponen su punto de luz en los recónditos valles donde la vida discurre plácidamente. Y desde la alta sierra la mirada abarca el horizonte hasta perderse en la inmensidad azul del mar.

RondaLocalización
La provincia de Málaga, se sitúa al sur de la costa mediterránea, entre las provincias de Granada y Cádiz, y limitando al norte con las de Córdoba y Sevilla. Su capital es Málaga.

Historia
Entre el mar y la sierra discurre la historia de esta peculiar provincia, cuya capital fue testigo del despegue económico y cultural del mediterráneo occidental. La Malaka fenicia se convirtió en un próspero centro comercial. Tras la invasión musulmana del siglo VIII, su territorio se arabiza, se integra, más tarde, en el reino nazarí de Granada y vive un nuevo periodo de apogeo comercial y cultural.

En el siglo XIX, las siderurgias, la potente industria textil de los Larios y la comercialización de sus vinos, proporciona un importante desarrollo económico a la provincia.

Tras décadas de crisis, en la segunda mitad del siglo XX, Málaga logra un rápido crecimiento económico gracias a la industria turística. Cada año millones de ciudadanos de todo el mundo eligen esta paradisíaca tierra para descansar en sus soleadas playas, conocer su rico patrimonio monumental o adentrarse en la belleza salvaje de su geografía serrana.

Paisaje
La provincia malagueña cuenta con más de 160 kilómetros de franja costera. El mar Mediterráneo baña directamente un total de 14 municipios malagueños. Es posible acudir a enclaves escondidos donde la naturaleza más pura rodea el ambiente, o espacios más turísticos y consolidados. Tanto la zona oriental de la provincia, como la occidental disponen de playas tan atractivas que han hecho de la costa del sol un destino de primer orden mundial.

No podemos olvidar el paisaje interior, con más de 15 espacios protegidos como reserva, paraje o monumento natural. Lugares que recorren desde las profundidades del Mediterráneo a las altas cumbres. Bosques y ríos mágicos donde es posible todavía encontrar zorros, águilas reales o cabras montesas.

Gastronomía
En el litoral malagueño el visitante encuentra una inagotable oferta gastronómica. El pescado menor (boquerones, salmonetes, jureles, calamares y calamaritos) presentado en fritura, es el símbolo de una cocina de sencilla elaboración exquisito paladar. Un sabor especial ofrecen las gambas de la bahía, las chirlas y las cigalas cocidas o a la plancha.

En el interior de la provincia, se elabora una exquisita chacinería y platos de recio contenido: choto al ajillo, chivo frito, liebre... El gazpacho, se prepara en Málaga de múltiples formas: ajoblanco, porra antequerana, gazpachuelo... Los vinos de la tierra, de pasas y uva moscatel y el Pedro Ximénez tienen fama internacional. Todo un universo de sabores, que el visitante podrá disfrutar en esta milenaria tierra.

Comarca de Antequera
Comarca de tierras llanas salpicadas de cerros, colinas, encrucijada de caminos, que transitan entre el Mediterráneo y el Guadalquivir; valles fértiles, donde los ríos se remansan en pequeños lagos.

El viajero descubrirá un inmenso patrimonio monumental, obra de la naturaleza y el hombre. Antequera cuenta con el más importante monumento megalítico de Europa: el Dolmen de Menga, los de Viera y el Romeral; la Laguna de Fuente de Piedra es el santuario de una colonia de flamencos rosas y el Torcal, museo natural de misteriosas esculturas, cinceladas por la erosión sobre una enorme roca caliza.

Muestras de arquitectura barroca aparecen diseminadas por los pueblos del entorno: Alameda, Archidona y su famosa Plaza Ochavada, Campillos, Humilladero, Mollina, Teba y más.

Axarquía
La Axarquía malagueña, cuya capital es Vélez-Málaga, asciende desde el mar hasta alturas que alcanzan los 2000 metros y se pueblan de viñas y olivos.

En el litoral, la sierra se asoma al mar, entre pueblos mediterráneos y mudéjares, de playas tranquilas y luminosas, de acantilados y recónditas calas.

La comarca ofrece al viajero un abanico de rutas alternativas por esta zona: la Ruta del Sol y del Aguacate, por los municipios de Macharaviaya, Rincón de la Victoria, Iznate, Vélez-Málaga, Benamocarra y Benamargosa; Ruta del Sol y del Vino, que incluye las localidades de Algarrobo, Sayalonga, Canillas de Albaida, Cómpeta, Torrox, Nerja y Frigiliana; Ruta de la Pasa, por Totalán, Moclinejo, Almáchar, El Borge y Comares; y la Ruta del Aceite y los Montes, atravesando los pueblos de Colmenar, Riogordo, Alfarnatejo, Alfarnate, Periana, Viñuela y Alcaucín.

Costa del Sol
Entre la sierra y el mar se ubica esta comarca, que es mucho más que sol y playa; pueblos blancos situados entre el litoral y la serranía o recostados sobre suaves laderas y puertos pesqueros y deportivos, ejemplo de lo que es la Costa del Sol.

En toda esta franja se mueve un mundo bullicioso y cosmopolita que inunda las soleadas playas, pasea por sus calles y plazas y saborea en chiringuitos playeros y restaurantes de cocina internacional, las exquisiteces de una rica y variada gastronomía, entre la que destaca el pescaito frito o los espetos de sardinas.

Partiendo de Málaga se pueden visitar las localidades de Torremolinos, Benalmádena, Fuengirola, Mijas, Marbella, Estepona, Manilva, Benahavís, Casares, Ojén e Istán.

Málaga y entorno
La ciudad de Málaga se encuentra situada en un privilegiado enclave natural; el mar Mediterráneo baña sus costas, y los montes de Málaga, declarados Parque Natural, la circundan.

Grandes y hermosas plazas y jardines, monumentos de diferentes estilos artísticos y huellas de la presencia de la civilización romana y musulmana se muestran ante el visitante que pasea por el centro de la ciudad, camina por el paseo marítimo disfrutando de la brisa del mar o contempla desde el autobús turístico todo lo que Málaga le ofrece.

Dentro de la comarca de Málaga también podemos recorrer los municipios de Churriana, Alhaurin de la Torre, Campanillas, Almogía y La Cala del Moral.

Serranía de Ronda y Valle del Genal
La Serranía de Ronda es mucho más que un conjunto de sierras cubiertas de una exuberante vegetación mediterránea: profundos y apacibles valles, estrechas gargantas y escarpados tajos, cuevas milenarias como La Pileta y el Gato, donde el hombre prehistórico dejó la huella de su presencia.

El viajero percibe en Ronda un halo romántico de leyendas de bandoleros y toreros, que lo envuelve todo.

Su monumental plaza de toros es una de las más antiguas. El profundo Tajo que forma el cauce del río Guadalevín, divide en dos a la ciudad y se ha convertido en una de sus señas de identidad. Los pueblos que pertenecen a esta comarca son, entre otros: Gaucín, Genalguacíl, Alpandeire, Cartajima, Pujerra, Ronda, Igualeja, Parauta, Cuevas del Becerro, Jimera de Líbar, Jubrique y Benarrabá.

Valle del Guadalhorce
El río Guadalhorce cruza el Desfiladero de los Gaitanes y forma un fértil valle, el más importante de Málaga. A medida que el valle forma frontera con la serranía, aparece el bosque mediterráneo: olivos, alcornoques, pinos y castaños. El paisaje asciende por el barranco de los Horcajos para alcanzar parajes umbríos y planicies donde crecen pinsapos y quejigos centenarios.

El “Caminito del Rey”, hoy cerrado al paso, es un sendero colgado en la pared desnuda de este Paraje Natural. En las cercanías puedes visitar el poblado del Chorro y las ruinas romanas de Bobastro.

Los pueblos, de singular fisionomía paisajísta son: Alhaurín el Grande, Álora, Alozaina, Carratraca, Cártama, Casarabonela, Coín, Guaro y Pizarra.