La corta historia de Internet puede considerarse casi como la de la propia humanidad (en su etapa moderna). No sería una frivolidad, aunque algunos lo crean así. El devenir de este planeta en los últimos años no se puede comprender sin la aparición y evolución de la denominada red de redes.

Echando la vista atrás, los primeros pasos de lo que hoy conocemos como Internet surgió en el marco de la Guerra Fría. El ejército estadounidense, ante un posible ataque de la URSS, diseñó una especie de red a través de la que se pudiera tener a disposición la información necesaria desde cualquier punto del país. Eran los primeros años de la década de los 60.

No obstante, unos años antes, en el ocaso de los 50, aparecen las primeras documentaciones relativas a relaciones sociales impulsadas mediante el trabajo en red (networking), siendo en 1962 cuando a la sombra del MIT (Massachusetts Institute of Technology), J.C.R. Licklider empieza a hablar en una serie de memorandos de “Galactic Network” (Red Galáctica).

Como una telaraña
Uno de los personajes claves en el nacimiento de Internet es Paul Baran. En esos años, fue el primero en hablar de la necesidad de articular una red de comunicaciones siguiendo lo que hacen las arañas. Entonces, y pensando en la seguridad, su planteamiento giraba en torno a que un sistema centralizado era débil puesto que atacando el núcleo se afectaba a todas las comunicaciones.

Sin embargo, uno de los acontecimientos considerados germen de Internet fue la creación en 1969 de ARPANET. Nació como una red de carácter experimental auspiciada por el Ministerio de Defensa de EEUU con el fin de conectar cuatro universidades. La consideración de esta red como precursora real se debe a que ya se basaba en algunos principios que hoy siguen operativos (a otro nivel), como la comunicación entre equipos sin mediar uno principal.

Conmutación
Precisamente, a principios de la mencionada década, uno de los inconvenientes con los que se encontraban los investigadores era el conectar diferentes redes físicas para crear una sola, pero lógica. Por ello, en esos años, se incidió en el estudio de la conmutación de paquetes, concepto relativo a la técnica que sirve para hacer un uso eficiente de enlaces físicos en una red de computadoras. Es este un estudio clave para el desarrollo posterior del ciberespacio actual.

A partir de estos descubrimientos se van produciendo episodios que hoy simplemente forman parte de la vida cotidiana. Por ejemplo, en 1971 se envió el primer correo electrónico y se articula la conexión entre 23 computadoras. Un año después se crea InterNetworking Working Group, organización que se encarga de la administración de la red.

En esos años, se producen avances casi cada mes, y el número de ordenadores conectados empieza a crecer, primero lentamente, hasta llegar a la década de los noventa con el boom definitivo.

Aparece www
Hoy en día la triple W que encabeza cualquier dirección nos parece lo más normal. La sensación es que 'siempre ha estado ahí'. La realidad es muy distinta porque tiene poco más de dos décadas. La World Wide Web apareció por vez primera en 1991. Sin duda, es el momento del inicio de su generalización.

A partir de ese momento Internet comienza su andadura como un producto al alcance de todo el mundo. De hecho, mientras en 1992 se contabiliza 1 millón de ordenadores conectados, cuatro años después esa cifra llegaba a los 10 millones.

La red de redes es quizás el ejemplo más claro del mundo globalizado, con sus pros y contras. En su corta existencia de vida, desde la perspectiva de la popularización, ha pasado por diferentes fases incluyendo el fenómeno económico de la burbuja.com, cuyo estallido propició tal vez el primer varapalo al sistema de comunicaciones que hoy llega a cualquier lugar del planeta.

La historia de Internet, desde luego, no está cerrada. Sobre la red se ha escrito mucho, se ha polemizado, ha servido para la comisión de delitos y para su resolución. Ha sido usada para defender a dictadores y para derrocarlos. Sin embargo, haciendo una comparación con la vida de un ser humano, el ciberespacio todavía no ha entrado en la adolescencia... Y con la actual esperanza de vida, aún le queda mucha existencia y desarrollo (también tecnológico) por delante.