Tomas Moro, Ruiz Gallardón y Reig Pla



El obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla, se ha hecho conocido por sus ataques contra las mujeres y los gays y por comparar el aborto con el nazismo. Después de que el Gobierno paralizara la reforma del aborto que el PP había prometido a los obispos este prelado entró en cólera y comparó el Tren de la Libertad que se había opuesto al proyecto de Gallardón con los trenes que llevaban a los judíos al campo de exterminio de Auschwitz.

Las "estructuras de pecado"...
En su ofuscación, el obispo de Alcalá atacó a Pedro Sánchez -que le respondió- y denunció que "el Partido Popular es liberal, informado ideológicamente por el feminismo radical y la ideología de género, e infectado como el resto de los partidos políticos y sindicatos mayoritarios, por el lobby LGBTQ", cuando Rajoy recurrió en el TC el matrimonio homosexual precisamente para satisfacer a los obispos. Presentó a los partidos políticos mayoritarios como verdaderas "estructuras de pecado".

... y los referentes frente a ellas
Después de ese discurso la diócesis de Alcalá de Henares ha difundido un texto en el que propone "tres ejemplos de santos y beatos que se negaron a 'bendecir' o a colaborar formalmente con 'estructuras de pecado'". Dos de los tres nombres propuestos como modelo murieron decapitados. El modelo más significativo es el que deja caer primero, el de Santo Tomás Moro, pues es patrono de los gobernantes y políticos y se suele emplear como ejemplo de valentía frente al poder absoluto. No obstante, a pesar de ser su principal consejero, Enrique VIII ordenó su decapitación en 1535 por oponerse a la escisión anglicana de la Iglesia católica.

Los otros dos ejemplos que propone Reig Pla para enfrentarse a las "estructuras de pecado" fueron opositores católicos al nazismo.

Gallardón, ¿camino de la beatificación?
Curiosamente y en un acto de 2008 que ahora toma una nueva relevancia, Alberto Ruiz-Gallardón -que acaba de dimitir como ministro de Justicia por no poder sacar adelante la reforma del aborto con la que pretendía satisfacer al Episcopado- decía entre bromas que no quería acabar como Tomás Moro.