Dos juzgados de instrucción mallorquines han aceptado tomar declaración a denunciantes de la querella argentina que instruye en Buenos Aires la jueza María Servini de Cubría quien envió tres exhortos durante su viaje a España pidiendo colaboración. Dos octogenarias, hijas de asesinados declararon este jueves. El día 27 otra querellante relatará al juez de Palma la dura historia de su padre, quemado vivo.

Las hijas de estas víctimas se sienten felices. “Es que simplemente el hecho de que un juez escuche supone llegar a la justicia y reparación”, ha declarado a ELPLURAL.COM Maria Antònia Oliver presidenta de la Associació Memoria de Mallorca.

En nombre de la justicia universal
La representante de esta asociación destacaba la importancia de que los jueces, como ya lo hiciera en la Audiencia Nacional el magistrado Fernando Andreu en cuyo juzgado tomó testimonio la jueza María Servini de Cubría, acepten colaborar con este proceso: “Lo hacen basándose en la justicia universal”.

Remitirán los testimonios a Buenos Aires
“La jueza argentina envió unos exhortos a los juzgados con motivo de su viaje a España. Parece que los jueces de Mallorca los recibieron tarde, pero aunque la jueza ya no está aquí, aun sabiéndolo, han colaborado con este proceso y le remitirán los testimonios que se han aportado, las nuevas solicitudes y las pruebas.

Las hijas de los asesinados
El pasado jueves, mientras en Madrid se proclamaba al nuevo rey, en el juzgado de instrucción número 1 de Manacor se presentaban a declarar en auxilio judicial internacional Catalina Moyá Moll, de 81 años, hija de Baltasar Moyá Bauzá. A continuación, comparecía a sus 90 años de edad Francisca Mas Mezquida, hija de Joan Mas Verd. Nerviosas y emocionadas por poder relatar al fin lo acontecido a sus padres ante una instancia judicial de nuestro país.

El socialista de Capdpera que desapareció
Baltasar Moyá Bauza era miembro del Partido Socialista de su pueblo (Capdepera). Fue detenido y encarcelado en Palma durante seis meses. Poco más se sabe. Es una víctima de las denominadas “de desaparición forzada”. Su familia siempre sospechó que fue asesinado en el cementerio de Porreres en enero de 1937, sin que a día de hoy coste registro oficial de su muerte, ni tampoco de su paradero.

El alcalde de Montuïri asesinado en Palma
Joan Más Verd, el padre de la nonagenaria Francisca, fue el último alcalde republicano de su pueblo (Montuïri). A Joan le detuvieron en su casa y le asesinaron en Palma de Mallorca en setiembre de 1936. Luego, le enterraron en las fosas comunes del cementerio de Palma.

Esperando a declarar a los 80 años
El próximo día 27 declarará ante el juzgado de instrucción número 4 de Palma Isabel Antich Mulet,de 80 años, hija de Llorenç Antich Fiol. Dicen en la Asociación de la Memoria de Mallorca que Isabel está expectante y feliz ante la posibilidad de contar por fin lo sucedido a su padre. Han sido muchos años de pensar en ello con dolor e impotencia.

El alcalde al que quemaron vivo
Y es que la historia de Llorenç Antich Fiol es desgarradora. Llorenç era el regidor del Ayuntamiento de su pueblo (Algaida). En agosto de 1936 le detuvieron. La familia supo a través de un testigo que primero le dispararon a las piernas. Después, le quemaron vivo junto a otros más. Tras dejarle arder, le dieron un tiro de gracia.

Nadie huye de una isla
“Preferiría que me hubieran dicho que estaba desaparecido a saber cómo murió”, dice su hija Isabel. La presidenta de la Asociación de Memoria de Mallorca, María Antònia Oliver comentaba: “Esta historia terrible es común a muchas personas aquí en Baleares. En los primeros meses después del alzamiento militar la represión fue muy cruel. Y esto es una isla. Nadie podía huir”.