Florentino ignoró a Rajoy y celebró la conquista de la décima con su amigo Aznar

Pérdió la compostura
El presidente del Real Madrid perdió la compostura en el palco de Lisboa. En éxtasis, festejó a su manera el gol de Sergio Ramos que forzó la prórroga y la conquista de la Champions. Como hace 40 años, el Atlético de Madrid se quedó a tres minutos de hacer historia.



Enhorabuena a todos los madridistas. ¡Ya tienen la Décima! El Real Madrid, pese al nefasto planteamiento de su entrenador, no se vino abajo y luchó hasta el final para lograr el empate en el minuto 92. Otra vez un soberbio cabezazo de Sergio Ramos salvo de la quema a su amigo Casillas (cantó mejor que Plácido Domingo en el gol de Godín) y a su entrenador Ancelotti.

Ancelotti, muy torpe
Por ser tan conservador y por dejar en el banquillo a Isco, futbolista que por talento, estando bien, tiene que jugar siempre. La prueba es que cuando entró en el campo, el Madrid (fundido por las carencias físicas de Cristiano Ronaldo y Benzema) fue directo a por la victoria. Y aunque Ancelotti haya ganado dos Champions como jugador y con la de anoche, otras tres como entrenador, me parece un técnico muy limitado y mediocre. Con la plantilla que tiene el Real Madrid, es verdad que ganó la Copa del Rey al Barça en Valencia, pero regaló la Liga y estuvo a tres minutos de tirar esta Champions.

Enhorabuena al Atlético
Con lo poco que tiene, es de alabar el comportamiento del Atlético de Madrid esta temporada. Hace una semana levantó la Liga y anoche estuvo a 180 segundos, a tres malditos minutos, de hacer historia y conquistar su primera Copa de Europa. Los hombres de Simeone, que se dejaron el alma y acabaron reventados, aprovecharon el fallo de Casillas y se defendieron con orden y coraje hasta el cabezazo de Sergio Ramos. Luego, sin fuerzas, amargura, desolación y lágrimas para los atléticos.

Simeone, pidió perdón
Se equivocó gravemente al alinear de salida al lesionado Diego Costa. Lo sustituyó en el minuto ocho, y su equipo, en la prórroga, lo pago caro. Eso sí, el argentino, a diferencia de Ancelotti, si que sabe explotar al máximo los limitados recursos de su plantilla. Y para lo poco que tiene, es lógico que plantee así los partidos y ofrezca este fútbol. Pero a sus jugadores a compromiso, esfuerzo, trabajo y entrega no les gana nadie. Es de alabar. Y el año que viene, como su equipo seguirá creciendo, promete ganar la Champions. A la tercera será la vencida.



Sergio Ramos, el líder
En el Real Madrid nadie lo duda. Sus dos goles en Múnich clasificaron a su equipo para la final, y anoche otra vez su cabecita permitió levantar la Décima. Además, está como un toro y llegará a Brasil en perfectas condiciones físicas. Es decir, Del Bosque está de enhorabuena. Y la Roja, también. Otro jugador que está bendecido es Bale. Costó al Real Madrid 105 millones de euros, pero ha rentabilizado la inversión con su gol de anoche y con el la final de la Copa del Rey. Otro motivo de alegría para el presidente blanco.



Florentino, perdió los papeles
El presidente del mejor equipo del mundo, por muy nervioso que esté y por mucho que se juegue, no puede entrar en éxtasis y comportarse de esa manera cada que uno de sus jugadores marcan un gol; sea decisivo o no. Florentino festejó como un forofo los tantos de Sergio Ramos y de Bale.

Mariano Rajoy, que estaba a su lado, se quedó alucinado. ¡Menudo susto se llevó cuando lo vio saltar tan excitado! Y luego el presidente del Gobierno Español, tan madridista como Florentino, se quedó de piedra al ver que en vez de celebrar con él el gol de la victoria, saltó la valla para festejarlo con su gran amigo José María Aznar. Alucinante. Así paga Florentino a Mariano Rajoy el trato de favor que últimamente recibe el Real Madrid tanto de su Gobierno como del Partido Popular.