Me alegro por Luis Enrique. Como jugador, cuando estaba en Onda Cero, tuve mis diferencias. Pero no hace como Florentino o tantos otros, no engaña a nadie. Es auténtico (con todos los babosos y ‘mamiblus’ que nos rodean por centímetro cuadrado, hace bien) y, por méritos propios, el nuevo jefe del vestuario del FC Barcelona.

Los que no suban al andamio en el Camp Nou…
Irán a la puta calle. Los directivos okupas del actual FC Barcelona no saben a quién han elegido. Como estaban tan desesperados como su director deportivo (Andoni Zubizarreta) y necesitaban algo rápido, y que generara ilusión, hoy han presentado a Luis Enrique como nuevo entrenador las dos próximas temporadas. Y sí, han ganado tiempo y han calmado a su afición.

Lucho, una bomba de relojería
Porque tiene PELOTAS. Es asturiano, un referente para los ‘cules’ por las veces que le han partido la nariz en EEUU con la Selección, en el Bernabéu (su antigua casa) y en todos los campos, pero tiene personalidad. Y no es como el Tata Martino y (como no tiene el seny, es decir, la hucha del hermano de Guardiola) cuando dice no, es que no.  Y si alguien osa llevarle la contraria  –no ha necesitado arrodillarse ante nadie y hacer la pelota a diestro y siniestro para que lo nombrarán– se lo llevará por delante. ¡Que lo sepa Bartomeu, el presidente okupa de este Barça, y todos sus cantarines de vicepresidentes o directivos!

Y Rosell, ¿a qué dedica el tiempo libre?Se ha dejado barba y, como está liberado, no para de hacer el amor”, me comenta un amigo íntimo de Sandro Rosell, el expresidente del FC Barcelona. Pues me alegro. En Zaragoza decimos: “La jodienda no tiene enmienda”. Y Sandro, aunque cobarde, el presi más votado de la historia por los barcelonistas, merece ser feliz. Ahora, mis amigos ‘culés’, los que están en el paro y tienen que hacer virguerías y disimular ante sus vecinos para pagar regularmente su abono del Barça, se merecen una explicación.

Sandro, ¿a qué tienes miedo?
De lo contrario, aunque sea parco en palabras y esté siempre mal asesorado, ya habría explicado por qué narices presentó la dimisión. ¿Porque algún investigador encontró dos o tres perdigonazos en la maravillosa puerta, de madera maciza, de su casa? ¿Y a ese personaje, y del que me hablaron maravillas, votaron todos mis amigos de Barcelona? Hasta que no de la cara, como no soy un periodista ‘mamiblu’ como ‘los otros’ pensaré que es un FANTASMA.

Florentino sí que le echó pelotas
Es verdad, Florentino Pérez, en febrero de 2006, cuando presentó la dimisión, también de forma cobarde, aunque a los dos segundos se arrepintiera de hacerlo, reconoció que los acontecimientos le habían superado al no saber tratar a sus famosos galácticos (Figo, Zidane, Beckham, Ronaldo...) ¿Lo recuerdan? Y Florentimo, en ese momento, fue honesto con el madridismo. ¿Pero Sandro Rosell? Se marchó del Barça de la forma más cobarde, sin explicar nada a nadie (salvo a su amigo Bartomeu) y encima, mientras el club se desangra cada día, está cómodamente en su casita, riéndose de todo hijo de vecino, y además haciendo el amor cuando le place. Y claro, el Barça pagando a todo hijo de vecino los impuestos de los unos, Y DE LOS OTROS. ¿O no?

Lucho, te regalo un megáfono
Lo compraré en los chinos (tampoco voy tan sobrado) y se lo entregaré al nuevo entrenador del Barça. Con la personalidad y carácter que tiene, me pone esta escena. Almodóvar, por lo que sea, identificado desde hace años con el asturiano, tampoco quiere perdérsela.

Y todos de los nervios…
Será de película de Oscar. ¡Imagínensela! Luis Enrique en el palco del Camp Nou. Megáfono en mano. Y como los tiene bien puestos, y como ya no estarán ni Pinto, ni Mascherano en la plantilla, gritará: “Leo, cojones, corre como los demás. Pulga, así no ganarás nunca tu quinto Balón de Oro”.  Y claro, el padre de Messi alucinará. Pero el resto de jugadores de la plantilla volverán a creer en su entrenador. Y todos, sean de Terrasa, de Fuentealbilla o de Velamazán (Soria) correrán como los demás.