Jura del cargo de Ramón Aguirre, con María Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría y Cristóbal Montoro.



“¿Ha cobrado Fernando Martí de Liberbank a cambio de su posición favorable a la construcción del cementerio nuclear en Villar de Cañas? ¿Existe vinculación entre su nombramiento como Secretario de Estado de Energía con la designación de Villar de Cañas para albergar el cementerio nuclear, puesto que ambas resoluciones se tomaron en el mismo Consejo de Ministros (el 30 de diciembre de 2011)? ¿Ha tenido algo que ver la presidenta de Castilla-La Mancha en su designación al frente del CSN?”. Preguntas formuladas por el portavoz de la Plataforma Contra el Cementerio Nuclear en Cuenca, Job Moya, cuyos miembros se volverán a movilizar el próximo 11 de mayo.

Del “No” a convertirse en “madrina nuclear”
Movilización que lleva a cabo la Plataforma para mostrar su “indignación por el cúmulo de (supuestos) casos de corrupción, desde que María Dolores de Cospedal llegó a un acuerdo con el ministro Soria para llevarse a Villar de Cañas (Cuenca) el almacén nuclear”, aseguran. Y es que no hay que olvidar que Cospedal se opuso al principio a la instalación de un vertedero nuclear en Castilla-La Mancha, para meses después cambiar de opinión y convertirse en “madrina” del proyecto. “El PP de Castilla-La Mancha rechaza la instalación de un almacén nuclear en Castilla-La Mancha, en ninguna de sus provincias, en ninguno de sus municipios”. Palabras de Cospedal en Ciudad Real el 19 de enero de 2010, cuando el pueblo de Yebra (Guadalajara), gobernado por su formación, se ofreció para albergar el conocido por el acrónimo ATC (Almacén Temporal Centralizado)

¿Quiénes y por qué le hicieron cambiar de opinión?
Una vez alcanzado el poder en Moncloa y Fuensalida, sedes de los gobiernos central y castellano-manchego, Cospedal puso precio a su espectacular cambio de posición y exigió llevar las riendas del almacén de residuos radiactivos. Nacía así el contubernio nuclear de “Los Cospedal”, grupo selecto integrado por siete hombres (ninguna mujer, salvo ella) relacionados directamente con la hoy presidenta de Castilla-La Mancha y número dos del Partido Popular que preside Mariano Rajoy. Pero ¿quién es quién en este lobby?

El Triunvirato: Menéndez, Martí y López del Hierro…
El llamado triunvirato de “Los Cospedal” lo encabeza el esposo de la secretaria general del PP, Ignacio López del Hierro, denunciado por CC OO () ante la Audiencia Nacional por supuestos delitos fiscales y de administración desleal. Acciones legales que también incluyen al exsecretario de Estado de Energía y actual presidente del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), Fernando Martí Scharfhausen, por apropiación indebida. Ambos están (o estuvieron) en nómina de Liberbank, que preside el polémico Manuel Menéndez, presidente a su vez de Hidroeléctrica del Cantábrico, inmerso en varias querellas e investigado por un juez asturiano por un

…El dúo manchego: Aguirre y Gil Ortega…
Paralelamente, María Dolores Cospedal, sabiendo como sabe que la inversión de la ATC pude al final sobrepasar los mil millones de euros, frente a los 700 presupuestados inicialmente (ya vamos por 900), logró colocar en la presidencia del holding que agrupa las empresas públicas del Estado, esto es, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi), a uno de sus hombres, Ramón Aguirre, que ya estuvo bajo sus órdenes en la dirección de Metro cuando era consejera de Transportes del Gobierno de Madrid, para posteriormente desembarcar como “paracaidista” en Guadalajara como diputado nacional del PP. A nadie extrañó que Cospedal estuviera en su toma de posesión compartiendo protagonismo con la vicepresidenta y el ministro de Hacienda.  Sepi, además de controlar Correos, Mercasa, Navantia, Hunosa o TVE, entre otras, también decide sobre Enresa, empresa encargada de los residuos radiactivos y liderada por un neófito en el sector, el exalcalde de Ciudad Real y exdiputado regional, Francisco Gil-Ortega, encargado de administrar esos mil millones y una persona de extrema confianza de Cospedal, quién ganó la baza a Soraya Sáenz de Santamaría y al mismísimo Cristóbal Montoro, responsable en teoría de la Sepi, ahora de “exclusiva propiedad” de la secretaria general del PP.

…Y “Los plumillas”: Dávila y Pascual
Una vez logrado el control directivo, Cospedal diseño un nuevo plan: hacerse también con las riendas de la comunicación de Enresa y de la propia Sepi. Para ello eligió a dos curiosos responsables de comunicación, ligados al Partido Popular y de su absoluta confianza: Carlos Dávila, exdirector de la desaparecida La Gaceta y extertuliano de Intereconomía es el dircom de Enresa y, por lo tanto, del cementerio nuclear de Villar de Cañas, mientras que el exjefe de prensa del PP de Guadalajara, Javier Pascual, fue designado contra viento y marea, pero a gusto de Cospedal, director de comunicación de la Sepi. Con estos antecedentes no es de extrañar la “indignación” de la Plataforma.