La número dos del PP y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría La número dos del PP y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría

 

 


“¿A quién quieres más: a mamá (Soraya) o a papá (Cospedal)?” Así resume al PLURAL.COM un diputado del PP la atípica y forzada reunión que mantuvo esta semana la secretaria general, María Dolores Cospedal, con el Grupo Popular en el Congreso de los Diputados en un intento fallido de mostrar músculo ante los medios de comunicación, cuando la mayoría de los suyos reprueba la “forma y el fondo” con la que ha conducido el “caso Bárcenas”, que según el mismo parlamentario ha puesto a los “pies de los caballos al partido”.

“Pantomima parlamentaria”
El caso es que Cospedal, después de semanas de silencio oficial y “obligado” por el partido, compareció en Génova y horas después se desplazaba a la Carrera de San Jerónimo para en una insólita (solo Rajoy mantiene reuniones con el Grupo) convocatoria con los diputados del PP intentar demostrar que ella es la que manda en el partido. “Podríamos contar con los dedos de las manos los diputados que son fieles a Cospedal”, añade el parlamentario consultado por este periódico, “a nadie se le escapa que Soraya controla al Grupo y al Gobierno: ¿A quién fiscaliza Cospedal? A los manchegos, y no a todos”. Por eso, el diputado no duda en considerar una “pantomima” la reunión de la secretaria general con los parlamentarios “populares”.

“La calle la tenemos perdida”
Reunión, por cierto, que estuvo “descafeinada”, dice el congresista, ya que la secretaria general del PP se limitó a “pedirnos que saliéramos a la calle para defender la postura del Gobierno, cómo si nosotros no fuéramos conscientes de la situación”, para seguidamente sentenciar, “gracias a Cospedal la calle la tenemos perdida desde hace mucho tiempo”. No solo eso, el diputado asegura que demostró un gran desconocimiento del trabajo del Grupo, que un hombre de Soraya Sáenz de Santamaría se encargó de recordarle. Alfonso Alonso fue el único parlamentario en tomar la palabra y “agradecer” a Cospedal sus “desvelos”.

De Londres a China pasando por “Génova”
El mismo diputado criticaba ante este medio las incongruencias del discurso de Cospedal. “Ella está blindada en Toledo, vive rodeada de policías, pero nosotros tenemos que dar la cara en nuestro barrio, en la escalera de vecinos y en los bares donde vamos a tomar los chatos”, asegura. Mientras tanto, la secretaria general y presidenta de Castilla-La Mancha intenta “escaparse” de la realidad de aquí y ha decidido iniciar un “road show” por medio mundo, que en solo diez días la ha llevado de Londres a China, pasando, naturalmente, por la sede nacional del PP de la calle Génova, donde intenta desesperadamente que no le muevan la silla.

Las tres “Ces” se desinflan…
Y es que Cospedal ha fallado en muchas cosas, pero sobre todo ha cometido un enorme error a la hora de confeccionar su equipo. Creía que con Carlos Floriano de telonero tenía cubierta sus ausencias en Génova, cuando el extremeño ha sido “desahuciado” y sustituido por Esteban González Pons, que no llega a confesar con la ortodoxia “cospedaliana”. Estaba convencida de que Agustín Conde (García-Tizón no está en su cuerda) podía ser alguien en el Grupo Popular, errática apreciación, solo es el presidente de la Comisión de Defensa, y punto. Y, finalmente, pensaba que Arias Cañete sería “su” ministro en la “corte de Soraya”; falso, el titular de Agricultura, a pesar de ser un íntimo del padre y del esposo de Cospedal, tiene un pie y medio en Europa, además de haberla traicionado en el tema del trasvase Tajo-Segura.

…Y las tres “As” engordan
Frente al declive de las tres “Ces” de la secretaria general del PP, emergen con fuerza las tres “As” de la vicepresidenta del Gobierno. Sáenz de Santamaría cuenta con el cada día más fuerte portavoz parlamentario, Alfonso Alonso, llamado, además, a hacerse con las riendas del PP vasco en sustitución de Antonio Basagoiti, quien nunca disimuló sus simpatías por Cospedal. Y por si esto no fuera suficiente,  la monclovita cuenta con la total confianza del responsable de las relaciones entre el Gobierno y el Congreso de los Diputados, esto es, Luis Ayllón. ¿Se puede pedir más? Sí, la vallisoletana tiene todo el apoyo del sevillano Javier Arenas en Génova, “enemigo íntimo” de Cospedal y capaz de aliarse con el mismísimo diablo si con ello perjudica a la también presidenta de Castilla-La Mancha. Está claro: Las tres “As” están muy por encima de las tres “Ces”. La guerra ha terminado: Soraya ha ganado a Cospedal.