Le sigo dando vueltas al tema que relaciona al oportunista actor y político Toni Cantó con la violencia de género. Lejos de la ironía más o menos acertada con la que argumento en muchas ocasiones mis textos, me estoy dando cuenta de que la ligereza con la que personas de este tipo hablan de temas tan importantes, podría ser directamente proporcional a la lentitud de regeneración de sus neuronas. Lo que técnicamente se conoce como neurogénesis.

Sinceramente creo que no hay que culpar a este tipo de personajes ni de sus propios comentarios. Lejos de pensar en alguna enajenación transitoria, habría que buscar otros motivos para entender esa facultad innata de cagarla de forma estrepitosa y sin consuelo, prescindiendo así de las valoraciones personales como barómetro de medida en cuestiones de intelectualidad de este tipo de políticos que dicen representarnos.

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