El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y la expresidenta madrileña Esperanza Aguirre. Foto: PP El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y la expresidenta madrileña Esperanza Aguirre. Foto: PP



La dirección nacional del PP es una bomba de relojería ante los ataques de Esperanza Aguirre, que, lejos de dejar la primera línea política, reaparece estratégicamente para seguir cociendo su golpe de gracia al líder del partido. Conversaciones privadas reproducidas por El País dan cuenta del malestar que hay en la cúpula popular por las declaraciones de la expresidenta madrileña. “¡Basta!” fue la palabra más repetida entre las fuentes consultadas, que califican la actitud de Aguirre hacia Rajoy de “deslealtad sin límites”.

La tensa reunión del Comité de Dirección del PP madrileño
Rajoy está entre dos fuegos, el de la oposición y la opinión pública por el escándalo Bárcenas, y el cuestionamiento interno que encabeza Aguirre, cuyo paseo por los medios de comunicación es cada vez más habitual.

La preocupación se ha hecho mayor en la dirección nacional, compuesta por dirigentes fieles a Rajoy, desde que se filtrara la reunión en el Comité de Dirección del PP de Madrid, en la que Aguirre cuestionó que no se hiciera dimitir a Ana Mato después del informe policial que la implica en la Gürtel, y en el que se enfrentó con la alcaldesa, Ana Botella y cuestionó la gestión del caso Bárcenas que está llevando a cabo María Dolores de Cospedal.

"Ha sobrepasado todos los límites"
“Esperanza ha sobrepasado todos los límites de la insolidaridad interna. Siempre que el PP nacional atraviesa un problema aparece ella, empeora el problema y enrarece el ambiente”, resume un miembro de la cúpula.

No es el momento de abrir una batalla por Madrid
Dirigentes consultados por El País, según un artículo que firma Carlos Cué, han asegurado que en la cúpula popular reprochan a Aguirre su “deslealtad sin límites”, sobre todo cuando Rajoy sufre un momento de debilidad. Hay indignación, pero afirman que “no se puede abrir un expediente disciplinario por algo que se ha dicho en una reunión interna y que no consta oficialmente, no es una declaración en prensa”. Además, “no es el momento para abrir una batalla por la presidencia del PP de Madrid”.

El control del PP madrileño
Precisamente en esa batalla por el PP de Madrid sitúan las declaraciones de Aguirre sobre la conveniencia de cesar a Ana Mato. Y es que la ministra de Sanidad era una de las candidatas naturales a presidir la formación regional, antes de que el informe de la Policía económica echara por tierra, previsiblemente, su futuro político.

Personas del círculo más próximo a Rajoy le han intentado convencer de que plante cara a Aguirre para recuperar el control de Madrid. Por lo pronto, desde la dirección del partido ya empiezan a preparar su artillería. Lo hacen recordando que aunque Aguirre quiere hablar de “regeneración”, ella no dio buen ejemplo cuando empezaron a asomar los primeros indicios de la Gürtel, en 2005. La entonces presidenta madrileña supo de irregularidades en las recalificaciones de unos terrenos por parte del entonces alcalde de de Majadahonda, Guillermo Ortega y forzó su dimisión, pero le recolocó como director del Mercado Puerta de Toledo y lo mantuvo allí hasta 2009, cuando estalló el escándalo de la Gürtel.

Núñez Feijóo defiende a Rajoy
Ayer, uno de los barones más afines a Rajoy, Alberto Núñez Feijóo, se posicionó al lado del presidente y criticó a Aguirre, al declarar que “el referente de la regeneración democrática es Mariano Rajoy”.

“No considero que pueda haber un presidente que crea más en la regeneración que él”, insistió el presidente gallego, que a continuación lanzó dardos contra Aguirre: “Se puede discutir, pero a veces quien defiende eso no lo practica”, dejando entrever que la regeneración no vendría mal al PP de Madrid, donde Aguirre e Ignacio González mantienen un control férreo sobre las listas electorales.