"Y tenemos a nuestros soldados en Afganistán y en el Líbano, allá donde son enviados, cumpliendo con un espíritu insuperable, cuando en realidad donde nos harían falta es en Guipúzcoa. Y eso es lo que quería decir y que nadie se atreve. Ya hemos cumplido con Afganistán. Vamos a cumplir con España, y a ver que tal", asegura este martes en su artículo de La Razón.

¿Es Ussía un golpista como su tío el general Jaime Milans del Bosch?, se pregunta el periodista José María Izquierdo en su blog El Ojo Izquierdo. Reproducimos por su interés un estracto del artículo:

"Les contaba ayer que Ussía estaba triste porque Cristiano Ronaldo estaba triste. Pues sigue triste, ya ven. Pero hoy está melancólico porque le duele España. Mogollón. Vean la relación de sus pesares, que no sé ni cómo aguantan sus ya veteranas espaldas tanta y tanta desgracia. La cosa, compruébenlo, es seria: “El buenismo de nuestra Sanidad y nuestra Defensa no tiene parangón en ninguna nación civilizada y desarrollada. España es una democracia en la que insultar al Rey, vejar a los jueces y miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado y robar a la luz del día se han convertido en ‘asuntos menores’. Encarcelamos a los que roban gallinas y soltamos a los criminales terroristas por temor a un alboroto”. Y sigue: “Tenemos unos sindicatos que quieren quemar la calle con el dinero que le damos, no voluntariamente, los chamuscados o incinerados por su brutalidad del siglo XIX. Tenemos una Oposición desleal y antidemocrática que no ha sabido perder las elecciones, y un Gobierno pusilánime, acomplejado y a todas luces, ineficaz. Tenemos una deuda con las víctimas del terrorismo, que en lugar de solventarla, la estamos aumentando con nuestra cobardía y silencio. Tenemos una nación maravillosa, España, masacrada por un Estado, su administrador, rotundamente nefasto. Tenemos a una derecha que empieza a esconderse y a una izquierda que vive con ochenta años de retraso. Tenemos una clase política -con excepciones-, singularmente lamentable”.

Pero esta cadena de lamentos, engarzados en esta salmodia fascista, que su tío el general Jaime Milans del Bosch ya esgrimió un 23 de febrero para intentar dar un golpe de Estado, tiene un final magnífico, un apoteósico finale fortississimo o incluso maestoso, que podríamos decir. Helo aquí: “Y tenemos a nuestros soldados en Afganistán y en el Líbano, allá donde son enviados, cumpliendo con un espíritu insuperable, cuando en realidad donde nos harían falta es en Guipúzcoa. Y eso es lo que quería decir y que nadie se atreve. Ya hemos cumplido con Afganistán. Vamos a cumplir con España, y a ver que tal”.

Repito: los soldados, a Guipúzcoa, que es donde haceb falta. ¿Son palabras mayores, o es que el catavenenos, requemado por el sol, tiene la dermis y la epidermis en exceso delicada? Esto es, ¿el bloguero es un melindroso o Alfonso Ussía es un golpista?".