La encuesta sobre Bankia
El 95% de los ciudadanos quiere que la justicia investigue la gestión de Bankia, según informaba ayer El País a través de una encuesta de Metroscopia. 95% es una cifra escalofriante. Se sitúa muy por encima de los resultados a la búlgara, que se producen a veces en los partidos políticos. En todo caso, no es sorprenderte.
Espectáculo ominoso
La inmensa mayoría de los españoles está que trina, y con razón sobrada, ante el espectáculo ominoso de un Gobierno, como el que pilota Rajoy, claramente a la deriva. Empieza Rajoy ahora a tener que pagar el alto precio de su ineficacia sostenida. Y también el alto precio de la iniquidad.
A lomos de engaños y mentiras
Llegó este mediocre a la Moncloa a lomos de engaños y mentiras. Frente a una situación de emergencia generalizada, el líder de la derecha y su camarilla mediática abrasaron a Zapatero y a sus ministros en la hoguera de las injurias. Ellos, los gobernantes, eran los culpables. Los populares, en cambio, serían los salvadores de España.
Charlatán de feria
Se trata de una cuestión de confianzas, repetía y repetía Rajoy como si fuera un charlatán de feria. Se va Zapatero, aterrizamos nosotros, generaremos confianza a los ciudadanos, a la Unión Europea y a los mercados. Y asunto arreglado. ¿Se puede ser más corto de entendimiento que semejante jefe de Gobierno?
La gente no es tonta
Es posible, pero no probable. La gente no es tonta. Exige una investigación de tomo y lomo a propósito de Bankia. Caiga quien caiga. El Gobierno está esquilmando a la ciudadanía. Puede desde luego comprender que disponer de un banco potente al servicio de los españoles es algo urgente y necesario.
Incluidos militantes del PP
Sin embargo, lo que de verdad le saca de quicio a la gente –incluidos muchos militantes del PP- es la sospecha fundamentada de que el hundimiento de Bankia/Caja Madrid obedece a una gestión vergonzosa, con directivos y no pocos enchufados lucrándose con millones de euros y unos cuantos privilegios y sueldazos.
Recambio, cuanto antes
Intuíamos que Rajoy no daba la talla, que no había nacido para líder y que no sólo no proyecta ninguna confianza, sino que la gente percibe que almacena en su despacho montones de kilos de desconfianza. Le están pasando la factura, una vez más, los suyos. Son aquellos que no aguantan más la estolidez política del presidente y buscan un recambio cuanto antes mejor. En cinco meses, el caos. ¡Enhorabuena por el record, don Mariano!
Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM
