Al mismo tiempo que las antiguas cajas de ahorros afloran sus pérdidas y desastrosa gestión se conocen también las pensiones millonarias que se pusieron a sí mismos los directivos. Son cantidades bochornosas que no deben abonarse una vez que Bankia ha sido nacionalizada porque se tendrían que pagar con dinero de todos los españoles a los que, además, nos han subido los impuestos y nos recortan derechos como Sanidad o Educación.

Escándalo con marca valenciana
Aurelio Izquierdo es director financiero de Bancaja, fue director general de esta misma entidad (la más importante de la Comunidad Valenciana) y ex director general del Banco de Valencia que ya ha quebrado. Persona cercana al Partido Popular valenciano, quien controló con mano de hierro todo lo que hacían las cajas de ahorros de esa Comunidad Autónoma.

Izquierdo nació en Murcia en 1961, es licenciado en Económicas y en octubre de 2011, José Luis Olivas, presidente de Bancaja, le pidió que asumiera el cargo de consejero del Banco de Valencia para enderezarlo. No lo consiguió, el Banco de España tuvo que intervenirlo y Aurelio Izquierdo pidió ser readmitido en Bancaja. No solo fue readmitido, sino que fue nombrado director financiero de Bancaja, ahora incluida en Bankia. Hasta ahora ni ha pedido el cese ni ha sido cesado y quiere continuar en la entidad.

Indemnizaciones millonarias
El escándalo se ha desvelado al hacerse público el informe anual del Banco Financiero y de Ahorros (BFA) de 2011. El BFA, matriz de Bankia, fue creado por Rodrigo Rato para “aparcar” en esa sociedad todos los activos tóxicos, es decir, todo los créditos de dudoso cobro concedidos a inmobiliarias y promotoras. En el BFA Bankia metió todo el “ladrillo” que ha financiado y que ahora no se puede vender.

En el informe anual del BFA se reconoce que Aurelio Izquierdo tiene reconocido el derecho a cobrar  13,8 millones de euros en concepto de pensión si cesa en el cargo y porque lleva trabajando en Bancaja desde 1988.

De acuerdo con ese informe, el ex presidente de Bankia, Rodrigo Rato, cobró 2,4 millones de euros en 2011 y el ex vicepresidente (y presidente de Bancaja), José Luis Olivas, 1,7 millones de euros.