La noche…, lean las negociaciones, empezo a 'endurecerse' desde muy pronto, sin embargo. Como contamos ya en ELPLURAL.COM, hacia las nueve Carme Chacón, llamada por él, se encontraba con Alfredo Pérez Rubalcaba. Según le han contado a este periódico fuentes de ‘primer oído’, la reunión fue ‘distantemente amable’.

Chacón dijo que se retiraba de primera línea
El nuevo Secretario General preguntó a la candidata derrotada, como había prometido, “qué quería hacer ahora”. Chacón fue clara: en lo personal ‘dar un paso atrás’ –“entiendo que no puedo estar en la Ejecutiva, que tienes que tener manos libres”, le dijo según cuentan a ELPLURAL.COM-, y le anunció que no quería tener ningún cargo de responsabilidad máxima ni en la estructura del partido ni en el Grupo parlamentario-. Y no menos clara con respecto a lo que quería para su corriente: una negociación que permitiera a quienes habían logrado casi un 49% de los votos tener una representación acorde con ese seguimiento.

La respuesta de Alfredo Pérez Rubalcaba tampoco dejó lugar a dudas: agradecimiento por la posición personal y aceptación de ese alejamiento de quien ha sido su rival política en el partido en el último año y medio, pero rotunda negativa a realizar una negociación en bloque para una supuesta ‘corriente chaconista’. “Yo voy a negociar la Ejecutiva con los Secretarios Generales” de las territoriales, vino a decirle.

“Necesaria fortaleza” vs. “ni unidad ni cambio”
A partir de ese momento José Zaragoza, secretario de organización de los socialistas catalanes, un histórico ‘duro’ del partido, se convirtió en el ‘alter ego’ de Carme Chacón, y él estuvo junto a cada uno de los ‘barones’ próximos a Chacón cada vez que acudía a la habitación donde se celebraban las negociaciones. El resultado de tanta negociación, según han contado a ELPLURAL.COM en ambos lados, fue “de necesaria fortaleza para los tiempos que corren”, a los ojos de quienes han resultado vencedores; “decepcionante” para los perdedores, que se quejan de que, contrariamente a lo que había prometido en sus discursos en el Congreso, Rubalcaba “ha instaurado el rubalcabismo”, y no ha traído al partido “ni unidad ni, mucho menos, cambio”.

En cifras, la negociación dio como resultado que de los 38 miembros de la ejecutiva, 9 fueran de los propuestos por el ‘sector derrotado’. Tan sólo José Antonio Griñán, el presidente andaluz, que pasa a ser también presidente del partido, en un puesto de relieve, junto a Marimar Villafranca, que pasa a ser responsable de Educación y Cultura, y con cargos como vocales para dos miembros del PSC, José Zaragoza y Esperanza Esteve; dos mas para los andaluces, María José Fernández y Montse Fernández; otro para una valenciana, Carmen Montón y una vocalía para la madrileña Maru Menéndez y para María Gámez.