Pues bien, ambos -buscando la complicidad y la eficacia- tendrían que priorizar, desde ya, la victoria en la decisiva batalla de Andalucía. Hay que “mantener Andalucía, primer paso para devolver al PP a la oposición” dijo el otro día Chacón con acierto. También ha proclamado algo similar el exvicepresidente del Gobierno anterior. Una cosa está clara: si cae Andalucía, el desastre socialista será total.

Este año, bisiesto
Hay que impedir la derrota por todos medios democráticos. Estamos en los inicios del mes de enero. Los comicios andaluces se celebrarán en el mes de marzo, aunque no se sepa aún, oficialmente, la fecha de las votaciones. Más o menos faltan dos meses largos. Es necesario que la ofensiva contra el PP sea intensa y se produzca cada día, incluido el día 29 de febrero, que este año es bisiesto.

En casa, no
El presidente Griñán y sus más estrechos colaboradores son quienes, como es lógico, deben estar –están ya, por supuesto- al frente de la estrategia de defensa de la actual Junta de Andalucía. No sabemos si las primarias las ganará Rubalcaba o Chacón. Pero lo más importante ahora no es eso. Lo es que Andalucía siga siendo socialista, porque los ciudadanos andaluces mayoritariamente son progresistas. En esta ocasión, ninguno de ellos puede quedarse en su casa y no votar al partido que –aun con errores, equivocaciones y contradicciones- ha cambiado para bien la faz de una región condenada durante siglos al vasallaje.

Imprescindibles en esta batalla
Tanto Chacón como Rubalcaba son imprescindibles en esta batalla, a pesar de que las primarias tengan lugar antes de las elecciones andaluzas. El Congreso Federal está previsto en Sevilla los días 3, 4 y 5 de febrero. El vencedor será Rubalcaba o será Chacón. Cada uno ha de ir por su lado y, de cuando en cuando, juntos, perceptibles y fácilmente visibles en mítines y otros actos de movilización ciudadana. Gane quien gane el ganador tiene que ser el PSOE. Y lo que se ha de lograr, en definitiva, es que Mariano Rajoy no salga eufórico al balcón de Génova 13, sino que lo haga preocupado y derrotado.

Muy buena señal
Sería además una muy buena señal para Andalucía que el PSOE diera en el Congreso sevillano una lección de juego limpio y de transparencia en sus primarias. Las primarias son un triunfo para la democracia. Por algo será que el PP huye de las primarias como gato escaldado. O como el gato al agua, programa ultramontano que tanto gustaba como protagonistas a cuatro de los ahora ministros de Rajoy.

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM