Merced a Miguel Ángel Rodríguez, Alfredo Urdaci, o Carlos Dávila, entre otros favoritos de  Aznar, RTVE regresó por el túnel del tiempo a  la época del NO-DO. En todo caso, antes y para conseguir que el PP llegara por fin a gobernar, Pedro J. Ramírez, mano derecha mediática de Aznar,  junto a otros periodistas de la derecha, había montado en 1995 la AEPI, Asociación de Escritores y Periodistas Independientes. Era más conocida como el Sindicato del Crimen. Entre los integrantes de este Sindicato figuraban Luis María Anson, José María García, Antonio Herrero, fallecido, Federico Jiménez Losantos, José Luis Martín Prieto, Pablo Sebastián, Francisco Umbral, fallecido, y bastantes nombres más.

A por todas
El Partido Popular nunca se ha andado con chiquitas en el ámbito periodístico. Ha ido a por todas y ha procurado -sin complejos y sin escrúpulos- difundir en la opinión pública su versión de la realidad, aunque ésta no sea  verdadera. En los momentos actuales, por ejemplo, los voceros oficiosos y oficiales de Génova 13 siguen empeñados en que la ciudadanía se trague el llamado caso Faisán para, de este modo, acusar cada día de delincuente ¡por colaborar con ETA! a Alfredo Pérez Rubalcaba.

Un bledo
Les importa un bledo a los dirigentes del PP que ese episodio sea un invento grosero para liquidar a Rubalcaba –que es lo que buscan, evidentemente- presentándolo como el amigo de los terroristas. Sus plataformas mediáticas no paran ni un solo segundo. Saben muy bien que la intoxicación informativa es lamentablemente muy eficaz. Pero para incrementar al máximo posible su política  de comunicación manipulada necesitan cuantos más medios, mejor. Y cuantos más periodistas ejerciendo de robots, mejor que mejor.

La debacle
¿Asistimos precisamente ahora, tras la debacle de mayo de 2011, a la génesis  de la dictadura televisiva?  Nacho Villa –uno de los representantes más genuino del periodismo ultramontano- es director general de la televisión autonómica de Castilla-La Mancha a iniciativa de la presidenta de esa Comunidad, María Dolores de Cospedal, la número 2 de Rajoy. En Telemadrid, cuyo sectarismo viene de lejos y arranca en 2003, el nuevo director, José Antonio Sánchez, forjado en el periodismo ansoniano, fue el mandamás de RTVE, con Urdaci de jefe de los Informativos.

Bauzá, otro moderado
En la televisión autonómica de las Islas Baleares, IB3, el presidente del Gobierno balear, José Ramón Bauzá, ha designado a su conseller de Presidència, Antonio Gómez, director de esta televisión pública. Bauzá –que algunos ingenuos creen que es moderado- ha actuado como si España fuera una república bananera. Bauzá se ha pasado por la entrepierna la legislación sobre IB3, aprobada democráticamente,  que exige un cierto equilibrio o consenso entre uno y otros. Mientras tanto, las autoridades populares han ordenado cerrar la televisión de Mallorca cuyo único pecado fue el de informar adecuadamente sobre las andanzas presumiblemente corruptas de Jaume Matas en su segunda legislatura.

La desinformación
Lo que agrada mucho al PP es la desinformación deliberada de Canal 9 y los debates de pitiminí entre paniaguados. ¿Qué ocurrirá con RTVE si gobierna Rajoy, el falso centrista? Pues que probablemente empezará otra vez en España la dictadura televisiva. Aquella que impusieron el general Franco y el padre de los populares, Fraga Iribarne.

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM