Tras 12 versiones de anónimos, 10 Junior y 9 Celebrity, lo cierto es que el halo de la polémica sigue envolviendo a MasterChef. Aunque el programa surgió como un formato blanco y familiar, en el que los concursantes debían demostrar sus dotes culinarias para poder coronarse como el mejor entre los fogones, con cada estreno siempre vuelve a plantearse la misma pregunta: ¿es un talent show o más bien un reality? Los concursantes de la novena edición 'vip' contestaron a esta pregunta ante el micrófono de ElPlural.com en el FesTVal.

Algunos de los exparticipantes, anónimos pero, sobre todo, celebridades, han reconocido no haber vivido precisamente un ambiente blanco y familiar, sino más bien "un Gran Hermano con cacerolas", como lo calificó el actor Jesús Castro. Otros, como Xuso Jones, que reconoció que no aprendió nada y que perdió "siete kilos en 10 días al ver cosas que no me cuadraban". Sin duda alguna, esta pregunta fue una de las más relevantes cuando se conoció el fallecimiento de Verónica Forqué tras su participación en la versión Celebrity, que abrió un debate sobre la salud mental y los valores que debía transmitir el programa. 

Es más, en diciembre de 2021, el que fuera presidenta de la Corporación, José Manuel Pérez Tornero, aseguró que reflexionarían "profundamente" sobre estas cuestiones: "MasterChef no es un reality, sino un concurso de habilidades. A veces los matices entre uno y otro son discutibles. Es importante que, de ahora en adelante, tengamos estos valores muy presentes, que los datos de audiencia no sean el único razonamiento", dijo en la Comisión Mixta de Control Parlamentario de la Corporación RTVE y sus Sociedades.

Sin embargo, y pese al paso de los años, se puede apreciar que el factor reality sigue vivo, por ejemplo, a través de las rivalidades o romances potenciados. Pero, ¿cómo lo viven algunos de los concursantes de la novena edición Celebrity? "Es un programa de televisión y el público no puede olvidarse de ello, estamos cocinando pero también interactuando entre nosotros. El casting no está hecho porque sí, sino por los caracteres diferentes de cada persona para que también haya una olla en ebullición en cuanto a los perfiles y que no sea cocinar y ya está. Eso no le interesaría a nadie", decía, tajante, el actor José Lamuño.

Mientras, su compañera de profesión, Itziar Miranda, ha confesado que su experiencia ha sido un continuo entre los fogones: "No he parado de cocinar, así que entiendo que es un talent show". Más metafórica se ponía Nerea Garmedia, que aseguraba que no es ni una cosa ni la otra: "Es un talent culinario. Entonces, como todo, las cosas hay que cocinarlas a fuego lento, pero a veces hay que meterle el fuego un poquito más fuerte. Hay que saber que cocción merece en cada momento y circunstancia", decía la vasca, cuyas palabras secundaba su compañera Marina Rivers. 

Juan Luis Cano, del famoso dúo Gomaespuma, recordaba que más allá de "show, talent o reality; no sé", en MasterChef "tienes que saber dónde estás". El último en mojarse fue Pelayo Díaz, que se decantó por la opción reality, pero lejos de una perspectiva negativa hacia el género: "Lo maravilloso de este programa es que no solo se nos vea cocinar, sino que la gente que nos conoce por distinas facetas de nuestra vida profesional descubra una pizquita más sobre nosotros. Yo no sé lo que se va a ver de mí porque estaba tan nervioso y con el culo tan apretado mientras me preguntaban cosas cocinando que no sé la imagen que se van a llevar de mí, pero creo que lo bonito de MasterChef es que es ligeramente reality y nos pueden ver enfadarnos, frustrarnos, alegrarnos, llorar. Es lo maravilloso del programa". 

Lo cierto es que MasterChef ha estado en el ojo del huracán en múltiples ocasiones en los últimos años, pero no ha impedido que siga contando con una audiencia fiel en prime time. La última edición Celebrity, la octava, concluía con Laura Londoño como ganadora en una final que fue seguida por 1.268.000 espectadores y un 16,7% de cuota de pantalla, lo que supuso un aumento de +1,3 puntos con respecto a la edición anterior. El pasado 8 de septiembre, MasterChef Celebrity 9 llegaba a la parrilla, conformando un tándem de altura con David Broncano, con un 16% de cuota y 995.000 espectadores. Una semana después, su segunda entrega caía al 14,4% de share y 871.000 espectadores, aunque seguía liderando su franja.