La serie líder de la sobremesa, Sueños de Libertad, está a punto de cambiar para siempre. Con un éxito de audiencias abrumador, la ficción da la bienvenida a Oriol Tarrasón para interpretar a Gabriel de la Reina. El actor se incorpora al elenco para dar un giro de tuerca a todo lo que ocurre alrededor de la finca más famosa de la televisión, con un personaje que trae un objetivo mucho más oscuro de lo esperado.
Se trata de uno de los mayores retos de su carrera: Tarrasón se une a un elenco artístico muy cohesionado, todos ellos capaces de atraer a más de dos millones de espctadores únicos diariamente. ¿Cómo se enfrenta a esta nueva etapa de su trayectoria? ¿Cómo le recibieron sus nuevos compañeros? El intérprete toma asiento en ElPlural.com para abrirse en canal y contarnos por qué Sueños de Libertad es un auténtico "impulso" para él.
Un nuevo personaje: el villano 'compinchado' con la audiencia
Hijo de Bernardo y único hermano de Damián, Gabriel de la Reina emigró a México tras ser desheredadao. Su carácter afable, su carisma y su galantería esconden un objetivo de lo más oscuro. ¿Y cómo valora Oriol Tarrasón al personaje?
"Lo que me sedujo mucho es jugar a esconder todo el rato por debajo. O sea, digamos que, de todo lo que dice... por debajo tiene otra cosa. Es el más mentiroso de todos, ¿sabes? Es un personaje que te vende unas cosas, cuenta unas cosas, pero tú sabes que por debajo está tramando otras. Entonces sí, me ha parecido muy divertido."
Interpretar a Damián es "un ejercicio muy curioso de hacer" para Tarrasón: alguien muy carismático, a priori "muy abierto", pero que viene con algo debajo del brazo capaz de hacer estallar Sueños de Libertad. ¿Qué es entonces lo que esconde y por qué está 'compinchado' con la audiencia?
"¡Claro! No viene con un pan debajo del brazo. ¡Para nada! Por eso digo. Hay una apuesta por parte de la productora, de los guionistas, de hacer un personaje que el público va a saber lo que quiere hacer, pero los personajes no. Eso es lo que me atrajo mucho, porque me pareció muy interesante, porque claro, tú como espectador vas a ver cómo los personajes se relacionan con un mentiroso.
Es su doble juego. No es como Jesús, el villano, que va de cara, todo el mundo sabe como es él. Es la doblez de un personaje que se vende de una manera, pero el público sabe que es de otra. Interpretar cualquier personaje siempre es un reto: hay unas ideas y quieres que al espectador le llegue todo. Pero luego está el reto de que yo nunca interpreto villanos..."
Y llegó el momento para cambiar de registro: "Me apetecía muchísimo"
Ahora, Oriol Tarrasón cambia por completo de registro con Damián. Lejos quedan esos papeles en los que siempre interpretó al bueno de la película —o de la serie mejor dicho—: Sueños de Libertad le ha traído la posibilidad de ser el villano:
"Cambiar de registro es es algo que me llamaba mucho la atención. Es como, 'jo, por fin por fin hago de malo'. Es como cuando digo, 'a ver si alguna vez dan una comedia'. Entonces, claro, por primera vez me dan la posibilidad de ser el villano, el antagonista directo de los protagonistas. Me apetecía muchísimo."
En ningún momento le dio miedo llegar a un titán del entretenimiento como el que nos ocupa. De hecho, la serie de Antena 3 se mantiene invicta en su franja de emisión con un 13,3% de cuota de pantalla, más de 1.200.000 espectadores y 2.074.000 seguidores únicos diarios en esta temporada.
"No me da miedo porque, cuando te incorporas a un proyecto que ya funciona y ves que hay un equipo tan sólido, a mí no me da miedo. Es sumarte a una cosa que ya está funcionando. Me da más miedo cuando hemos creado un proyecto de cero, digamos porque dices, 'igual no gusta o igual no estamos tomando buenas decisiones'.
Aquí vas acompañado. Luego es verdad que yo, por ejemplo, cuando hablé con Joan Noguera, que fue el director de Bandolera... La llegada fue parecida porque se iba Carles Francino y entré. Ha sido un poco parecida la forma de aterrizar aquí. Entonces, como era con la misma productora, el mismo director, todo fue bastante agradable."
Oriol Tarrasón interpreta en este periódico que su llegada a Sueños de Libertad es similar a lo ocurrido con Bandolera en el pasado: "repetir una fórmula que ya había gustado" a ambas partes. Para él, todo ha sido "muy fácil", teniendo en cuenta además que hay un "equipazo" tanto delante como detrás de cámaras.
La ficción diaria es cantera, es escuela, y fundamental para la industria
Con esta entrevista, ElPlural.com pretende elevar la importancia de la ficción diaria en la industria audiovisual. Oriol Tarrasón está de acuerdo, destacando las virtudes de series como Sueños de Libertad.
"Para mí, el mundo de la ficción diaria tiene una cosa que a otros actores les genera vértigo y a mí no, por mi personalidad, y es que me da mucha adrenalina. Se graban muchos capítulos en muy poco tiempo, a un ritmo muy intenso. No tienes tiempo para reflexionar sobre cómo es el personaje y tienes que estar continuamente resolviendo. Para mí, que soy una persona muy rápida y nerviosa, eso me va a favor. ¡A mí ese estrés me genera adrenalina! Estos papeles los disfruto bastante, otra cosa es que te dejen reventado."
Afortunadamente, la tendencia ha sido evolucionar respecto al trato mediático de las series diarias. Son escuela y cantera, son producciones que nada tienen que envidiarle a las ficciones de prime time.
"¡Totalmente! Hay un cambio muy fuerte en la manera de ver las series diarias; de hecho, antiguamente no se las llamaba 'diarias': se las llamaba 'culebrones'. Son muy exigentes como actor y como técnico porque hay mucho plató, son muchas horas y nos levantamos 25 páginas cada actor al día. Es que llegas a tu casa, tienes que estudiar, o sea, realmente es agotador, ¿no?
Pero como es a un ritmo tan bestial, pues te genera lo que has dicho: una cantera porque haces músculo como actor. No es como un rodaje, que también que te permite otras cosas, pero puedes hacer cinco páginas al día, cada secuencia tal vez tienes cuatro horas, ¿no? Eso es maravilloso porque se puede profundizar más. Pero el hecho de tener que defender a un personaje en tan poco tiempo y que le pasan tantas cosas... es como tener el motor en marcha todo el rato.
Yo creo que eso está muy bien para el que está empezando. Pero cuando ya llevas un tiempo trabajando en diarias, creo que como que es como ir al gimnasio, ¡y eso me parece cojonudo! Cuando entré aquí lo hice muy fuerte, con muchas secuencias. Hay compañeros que me decían, 'tío, ¿cómo lo llevas? Tienes mucho trabajo'. ¡Yo ya he hecho esto muchas veces!"
Oriol Tarrasón no puede negar que le encanta su trabajo
Dejando a un lado "la exigencia" que tiene una serie diaria para los artistas, Oriol Tarrasón reserva un espacio para valorar el trabajo que tiene.
"Meterte en tu memoria 25 páginas cada día... es mortal, mortal. Pero bueno, no sé, ¡yo lo disfruto! Y otra cosa que a mí me gusta, y además me gusta decirlo, es algo que me apasiona de mi trabajo: estar rodeado de mucha gente, porque en un rodaje de estos hay 100 personas cada día trabajando entre técnicos, actores, el cocinero …
¡En general, es gente a la que le gusta su trabajo! Entonces, estar rodeado, aunque la gente esté la gente cansada, de 100 personas que les gusta su trabajo... Llegas a trabajar y la gente te sonríe, te abraza, te da dos besos... Es muy bonito, es muy fácil vivir así."
Inminente debut en Sueños de Libertad
Oriol Tarrasón desembarca en Sueños de Libertad con la maleta llena de experiencia y el motor echando humo. Su llegada será, sin duda, un antes y un después en la serie líder de las sobremesas, pero lo hace sin miedo, con la seguridad de quien ha aprendido a disfrutar del vértigo diario y convertirlo en pura adrenalina interpretativa.
Su personaje, Gabriel de la Reina, esconde más de lo que muestra, como el propio actor, que se entrega a un reto mayúsculo con la ilusión intacta y el entusiasmo de quien sigue amando lo que hace, página a página, secuencia a secuencia. Porque sí, este villano 'compinchado' con la audiencia ha llegado para quedarse… y revolucionarlo todo desde dentro.