La humanidad que ha tenido su banco con Iñaki Urdangarin, que lleva seis meses sin poder pagar su hipoteca, no parece estar detrás del trato que éste ha dado a la que fuera su inquilina, Laura González, que según su versión vivió durante siete meses en un piso en Palma de Mallorca a nombre de Aizoon, la empresa que en la que participan al 50% Urdangarin y la infanta Cristina. La joven, de 27 años y madre de dos niñas, tuvo que irse de la vivienda tras dos meses de impago. Se había quedado sin trabajo y no podía hacer frente a los 750 euros de alquiler.

Según publicó el diario El Mundo, Aizóon le reclama ahora una deuda de más de 12.468,90 euros. Este mismo diario aseguró que origen de la demanda procede de un correo electrónico escrito al yerno del rey por su asesor, en el que le relata la posibilidad de demandar a Laura González para cobrar "las rentas que debe" y al que Urdangarin dio el OK. En la demanda se le exige el pago de varias facturas de gas y el alquiler de diciembre de 2008 hasta el 13 de abril de 2010, día en el que se produjo el desahucio.



Entrevistada en El Programa de Ana Rosa, en Telecinco, Laura confiesa su indignación: "Siento rabia e impotencia porque siendo lo que es no creo que pueda hacer nada. Que me dejen en paz, que yo no le debo nada". Le parece "vergonzoso" que le reclame esa deuda: "Con todo lo que está saliendo y lo que supuestamente han robado me parece vergonzoso que me venga a pedir 12.000 euros que para él es una miseria y para mí son muchos meses de trabajo. Tanto dinero que me pide, que él pague lo que supuestamente ha robado", argumenta.

Nunca supo que sus caseros eran los duques de Palma. En su opinión, la infanta debería estar al tanto de los negocios de su marido. "Si me embargan la nómina mis hijas se quedan sin comer, en su conciencia quedará", concluye.