La nueva estrategia de Netflix para evitar que los usuarios no compartan su cuenta tiene varios agujeros tecnológicos. Muchas personas ya se han hecho eco de los errores de la gran N roja a la hora de geolocalizar su conexión.

La plataforma no sabe exactamente desde donde se conectan sus clientes, ya que se les sitúa a miles de kilómetros de donde se efectúa la conexión. Cuando diversos usuarios han ido a confirmar su ubicación principal como paso previo a acceder a la aplicación, se han encontrado que la dirección IP, el parámetro utilizado para identificar la localización de los usuarios, les situaba en otro punto de la geografía española.

Las dudas no han tardado en surgir entre los distintos suscriptores ya que, con buen tino, han pensado que si aceptan la localización errónea que les ofrece la plataforma su cuenta quedará bloqueada.

El problema es que la IP pública del router no es un método fiable para geolocalizar al usuario, ya que la geolocalización, si bien puede ubicar en un país a un internauta para conocer su localización precisa, esta tecnología no resulta útil

Sin embargo, no existe ningún registro oficial que relaciones las IPs con ubicaciones locales. "Lo más parecido que hay en Europa es el RIPE, un registro regional donde los operadores de internet registran los bloques de direcciones que tienen asignados. Y accediendo ahí se puede saber quién es el titular o el país en cuestión". "El único que conoce la relación entre IP y dirección de cliente y su ubicación es la operadora de comunicación que te asigna la IP", afirmaron fuentes expertas a El Confidencial.

Además, las IPs son dinámicas en su gran parte, ya que la IP fija supone un coste adicional que los usuarios domésticos no tienen. Además, ese registro de direcciones solo puede consultado por las operadoras de telefonía e internet, en ningún caso por Netflix.

Si es así ¿Cómo accede Netflix a la ubicación del usuario? Cuando una aplicación externa -como es el caso- quiere conseguir una ubicación por esta vía, recurren a bases de datos de geolocalización, generalmente gestionadas por empresas privadas.

Aunque muchos expertos afirman que no todas esas bases de datos privadas son tan precisas, ya que muchas empresas tienen la potestad de derivar todas sus conexiones a un mismo sitio, y a la hora de realizar la conexión que todas estas se geolocalicen en un mismo lugar.