La semana acababa, pero Carles Puigdemont seguía en boca de todos. El líder de Junts regresaba a España tras siete años fugado en Waterloo, con la supuesta intención de asistir a la investidura de Salvador Illa, pero tras un breve discurso de unos seis minutos ante sus seguidores terminaba desvaneciéndose. El catalán se montaba en un coche blanco y huía de nuevo, provocando un escándalo en nuestro país con los Mossos d'Esquadra en el punto de mira. Este fin de semana, laSexta Xplica abordaba este entre otros temas, desmenuzando los últimos acontecimientos y Afra Blanco daba un palo al político que hacía el silencio en el programa. 

En la parte del programa de Atresmedia dedicada a política se encontraba una de sus colaboradoras más rotundas, Afra Blanco. La Xplicadora no iba a morderse la lengua tampoco esta vez y calificaba lo sucedido con Puigdemont como una "humillación pública" para las instituciones españolas. La sindicalista analizó las consecuencias que trae consigo la fuga del expresident de la Generalitat, con el que fue muy tajante: "Hay gente que no sabe perder, ese es Carles Puigdemont, que ha ejercido su derecho a una pataleta pública, que no ha sabido estar a la altura del rango Molt Honorable President".

Blanco procedía a enumerar las consecuencia de esta maniobra de escape: "La primera es que ha desacreditado a los Mossos d'Esquadra; la segunda es que, efectivamente, ha engañado a sus votantes y a sus no votantes; y la tercera es que proyecta una imagen de Junts per Catalunya de un partido político poco fiable para su electorado y el electorado independentista", argumentaba la tertuliana. Además, tampoco dudó en afirmar que, en su opinión, el independentismo hace aguas.

Antes de finalizar su intervención, la sindicalista exponía dos conclusiones de la fugaz reaparición de Carles Puigdemont ante los espectadores y sus compañeros de plató: "Como el ciclo independentista ha llegado a su fin, habrá otra cosa, pero este ciclo ha llegado a su fin. Y la ruptura del frente independentista, porque él también se ha encargado de visibilizar esa ruptura". A ojos de la tertuliana, "el proyecto Puigdemont está agotado": "Ahora, igual que te digo que hay gente que no sabe perder, como Puigdemont, hay gente que no sabe ganar. Hay también la gestión de una victoria y, en el marco de la victoria, lo que no puedes pretender es ver al otro en una acción de derrota. No puedes pretender una humillación pública y hay actores políticos que buscaban la humillación pública".

Puigdemont reaparece en un vídeo tras su fuga

Tras su huída del pasado jueves, Carles Puigdemont se pronunciaba por primera vez 24 horas después a través de su perfil de X, confirmando que se encontraba de nuevo en Waterloo, donde ha permanecido fugado estos siete años. El expresidente afirmaba que "hay que analizar la situación política y poner en perspectiva la razón profunda de la operación que hizo posible lo que ocurrió", "después de unos días extremadamente difíciles". El catalán cargaba contra la Conselleria d'Interior después de la rueda de prensa del viernes, la cual calificó de una de las "más deplorables", y aseguraba que había comenzado una "caza de brujas". "Algunas cosas no me sorprenden, como eso que yo llevé un sombrero de paja, tampoco he estado en ningún maletero y tampoco he residido nunca en Hamburgo", añadía, negando algunas de las versiones que se han oído con respecto a su huida. 

"Ya dije que nunca he tenido la voluntad de entregarme voluntariamente ni de facilitar mi detención porque me parece inaceptable que se me esté persiguiendo por razones políticas y que, encima, no se esté aplicando la ley de amnistía. Entiendo las razones por las que el Tribunal Supremo tiene la obsesión por tenerme en sus manos pero ni el operativo ni la reacción de los mandos políticos y policiales de los Mossos es comprensible ni aceptable", aseguraba ante la orden de detención del juez Pablo Llarena en su contra.

Tras este largo mensaje, tan solo un día después, él mismo publicaba un vídeo hablando a cámara en la misma red social. En él, el de Junts afirmaba que su intención era asistir a la investidura de Illa, pero que el departamento de Interior había organizado un dispositivo para impedirle la entrada: "Acceder al Parlament hubiese conllevado una detención segura y no tener la más mínima posibilidad de dirigirme a la cámara, que era mi objetivo".

Además, dejaba claro que nunca había tenido la intención de entregarse a las autoridades judiciales, a las que considera "no competentes" para detenerle: "Nunca he querido entregarme a una autoridad judicial que ni es competente para perseguirnos por defender el derecho a la autodeterminación y haber organizado el referéndum de independencia de Cataluña, ni tiene ningún interés en hacer justicia".