Con el 19 de junio a la vuelta de la esquina, todavía hay quienes mantienen tópicos totalmente desacertados (y lamentables) sobre los andaluces. Es el caso de Imán, una diseñadora italiana que llegó el pasado jueves al programa de Cuatro en busca del amor. Ella se definió como una mujer “muy segura de sí misma y muy pasional”.

Hasta ahí, todo bien, el problema llegó después, cuando Carlos Sobera le preguntó si en el tiempo que lleva en España no había encontrado ningún hombre que le guste. “Lo he intentado, pero los andaluces son la vergüenza del género humano. Lo siento, no saben qué significa ducharse o ponerse una prenda de este siglo”, decía con unas declaraciones que dejaron sin palabras al presentador. “En Marbella no saben que es el perfume. A ver si contándolo en la televisión nacional empiezan a despertarse. Deberían de tener vergüenza por cómo salen así con las chicas”, siguió. “Yo me voy a esconder”, es todo cuanto acertó a decir el conductor del programa.

Imán también buscaba un hombre que fuese “activo” en la cama. “Si no sabes conducir un Ferrari, no pidas una prueba. Tienes que tener experiencia para conducir", declaró.  Sin más dilación, el espacio de la cadena presentó a Bienvenido, un albaceteño al que Sobera puso sobre aviso: “Es una mujer extraordinaria, pero muy exigente”.

Al empezar la cita, Imán confesó que su cita “era guapo”, pero que lo había visto “muy bajo” para ella. No obstante, el encuentro no fue mal hasta que ella dio su opinión sobre la gente de Andalucía: “Donde vivo son todos unos muertos de hambre y se gastan todo lo que tienen por aparentar”. Esta frase no gustó nada a Bienvenido y se lo hizo ver: “No creo que todos sean así. Yo he estado en Marbella y no lo veo así. Eso no me ha gustado”.

La diseñadora tampoco pareció estar de acuerdo con que la gente le dijera que era una persona exigente: “Pienso que no es así. Solo quiero que tenga su propio negocio, que vista bien y que sea Leo o Aries”.

Al final, cada uno se fue por su lado. “Necesita un multimillonario que haga todo lo que ella dice”, expresaba a cámara el albaceteño. “No tendría una segunda cita, he estado muy a gusto. Te veo una chica guapa, pero no me has terminado de llenar. Además, estamos a 300 kilómetros”, le explicó a ella.