Después de sufrir una campaña de “odio y violencia” por una de sus intervenciones en el programa ‘Mañaneros 360’, Sarah Santaolalla se ha situado en el blanco de Hazte Oír. La organización ultracatólica ha anunciado que “emprenderá acciones judiciales” contra la tertuliana por sus palabras sobre la libertad sexual de la gente joven.

En concreto, se trata de un mensaje que lanzó la colaboradora de televisión recientemente invitando a las generaciones jóvenes a seguir “descubriéndose, conociéndose, queriéndose y disfrutando”. Unas palabras que voces y organizaciones de extrema derecha han tergiversado para acusarla de “hacer apología de la pederastia”.

Con este telón de fondo, y después de un fin de semana de fervor en redes sociales con mensajes en tono machista hacia la colaboradora de RTVE, ésta ha terminado lanzando un comunicado en estas mismas plataformas denunciando esta campaña en contra de su persona. Sin embargo, este escenario ha elevado decibelios después de que Hazte Oír, en la mañana de este lunes, haya anunciado que irá a los tribunales en contra de Santaolalla.

“Hazte Oír informa de que emprenderá acciones judiciales contra Sarah Santaolalla tras estas declaraciones tan graves en la televisión pública”, han anunciado, acogiéndose a las palabras esgrimidas por la analista política. “Niños, niñas y niñes que nos estén viendo, que se están encontrando, (...), sed felices, haced lo que queráis y follad con quién queráis”, dijo ésta en televisión. En este sentido, la organización ultra ha añadido que desde hace “dos días” llevan recibiendo “cientos de mensajes pidiendo” tomar estas medidas.

 

Santaolalla hace frente: “No pienso renunciar”

A través de X -antigua Twitter-, este lunes la analista ha denunciado en su comunicado que "desde hace tiempo hay una maquinaria perfectamente estructurada y financiada que diariamente trabaja contra muchos de nosotros, contra mi trabajo y mi persona".

"He sido perseguida por políticos de extrema derecha y derecha, por fanáticos en sus millones, por pseudomedios y panfletos, por periodistas y ultras, por organizaciones y mafias, por delincuentes y hackers, por nazis y asociaciones franquistas... por las puras cloacas de este país. He sido perseguida cuando pedía más dignidad para la clase trabajadora, cuando pedía protección a menores que se jugaban la vida en un cayuco, cuando exigía la dimisión de los dirigentes de la catástrofe, cuando he defendido la legitimidad de los partidos de izquierda, cuando he denunciado la corrupción y el lawfare, cuando he condenado la pederastia en el seno de la Iglesia o he apoyado las leyes feministas de este país", ha suscrito.

En estos términos, ha incluido que no importa “el tema, el día o el programa”, que está siendo objetivo de crítica y persecución de estas voces de ultraderecha: "He defendido la libertad sexual en los más jóvenes: adolescentes, chavalxs, críxs, (jamás un bebé de 3 años o una criatura de 6 años como dicen algunos enfermos) sino jóvenes que están viendo la televisión porque han terminado sus exámenes y están preparando una nueva etapa en sus vidas. Jóvenes que ya tienen relaciones, sentimientos, miedos, inseguridades, gustos y derechos. Derechos que la misma panda que hoy me acosa les quiere quitar.
He defendido que frente al odio de los que creen que la homosexualidad es una enfermedad, ellos se sientan libres para amar y relacionarse con quien quieran o con quien deseen. He defendido los derechos humanos frente a quienes les tratan de enfermos", ha ahondado, reiterando esta “nueva campaña de odio y violencia” contra su persona.

Para claudicar su comunicado, ha dejado en claro que no renunciará “a ninguna lucha a pesar de las campañas” que se hagan en su contra. "Por todas las que no pudieron hablar, por los que jamás pudieron ser ellos mismos, por las que nunca creyeron y por las que hoy no están porque un mal nacido les arrebató la vida", ha terminado sentenciando en clave feminista.

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