Lo prometido es deuda y, desde hace una semana, First Dates Hotel había cebado la emisión de este martes, 6 de agosto, con un gran protagonista. Juan Antonio, madrileño, 64 años; aparentemente un soltero como cualquier otro de los que acuden al hotel del amor para encontrar a su media naranja. Sin embargo, Mediaset encontraba el cebo perfecto para que los espectadores esperaran con ansias la nueva entrega: el dater es el primo hermano de Almeida. A lo largo de la emisión demostró que no tenía pelos en la lengua y que tampoco iba a mantener excesivamente las composturas por ser familiar de un alcalde. Así, Juan Antonio sorprendía con un feo comentario sobre la boda del edil con Teresa Urquijo.
Madrid, Madrid, Madrid... La banda sonora que anunciaba la llegada de Juan Antonio a First Dates Hotel no podía ser otra que el chotis de Agustín Lara. El soltero llegaba a la piscina con un look playero: gafas de sol en la cabeza, bañador y camiseta juvenil, aunque las alpargatas no podían faltar para darle un toque más formal. Carlos Sobera se acercaba a hablar con él junto a la piscina y, en ese instante, comenzaba un mágico momento para los espectadores, de esos que gustan y se recuerdan en la tele.
Juan Antonio no necesitaba la ayuda de nadie, estaba en su salsa, y se hacía la carta de presentación a sí mismo: "Descendemos de la reina Victoria Eugenia, tenemos varios títulos, mi padre es vizconde de San Enrique, mi abuelo conde de Navasqües, mi abuela marquesa de Argüelles, en fin, te podría estar contando 20.000 títulos". Y tras este aperitivo, Sobera le preguntaba por su profesión. Toda una caja de sorpresas, el soltero aseguraba ser "bróker de arte", es decir, "con colecciones privadas, compro y vendo para los clientes".
Fuera de cámaras, el dater continuaba recordando sus parentescos: "Creo que nací con unos cuadros de estos de dos o tres metros en los que veía a una señora ahí vestida de negro o a un señor, y me daba hasta miedo, no podía ni dormir y le decía a mi madre: 'mamá, quién coño es ésta'. 'Es tu abuela, la marquesa de no sé qué'. 'Quítamela de aquí que no duermo'. Pero era lo que había". Ante la estupefacción del presentador, Juan Antonio confesaba ser también bróker de petróleo y oro: "Es que los clientes vienen todos dados. Por ejemplo, en el mercado arábico hay muchos museos que cambian petróleo por cuadros por temas arqueológicos".
Juan Antonio estaba tan agustito que iba a continuar con sus confesiones: "Soy muy sibarita. Estoy acostumbrado así desde pequeño, pero luego de mayor me he dado cuenta que sí, que me gusta lo bueno y que me lo puedo permitir", decía desde la intimidad del set. Sobera, que aún desconocía con quién estaba hablando, estaba a punto de marcharse cuando el soltero decidió detonar la bomba. "Por cierto, eres amigo de mi primo", soltó de repente. "¿Quién es tu primo?", preguntaba el vasco.
El madrileño no se lo pensaba dos veces y confesaba ser el primo de Almeida, a lo que Sobera respondía: "¿Almeida? ¿El alcalde? Yo le tengo aprecio, él a mí no sé. No me invitó a su boda". Juan Antonio no iba a pasar por alto el comentario del presentador y lo aprovechaba para lanzar una fea apreciación sobre el enlace de su primo con Teresa Urquijo: "No te perdiste nada", respondía. "¿No? ¿Estuvo aburrida?", siguió pinchando el vasco, que lograba que el soltero añadiera un "bueno, en fin..." que lo decía todo.
La primera toma de contacto entre ambos finalizaba y llegaba el momento de pasar a la acción. Antes de encontrarse con su cita, Albina, de 56 años, Juan Antonio desveló que llevó "las arras en la boda de sus padres, de tío Chiqui y tía Ángela", los padres de Almeida. La cita fluyó entre confesiones y ambos decidieron hacer paddle surf juntos al día siguiente. Sin embargo, algo no debió ir tan bien como parecía ya que, en el momento de responder a la decisiva pregunta, la de si querían seguir conociéndose, respondían con ambiguo: "Donde nos lleve la vida".