Karina se ha ganado el cariño del público por su inocencia y espontaneidad, pero su paso por el reality show estuvo a punto de truncarse durante la segunda entrega de 'GH VIP: El Debate'. El propio Ion Aramendi comenzó asegurando que la concursante "está teniendo ciertos altibajos en la casa" y, por lo tanto, se estaba planteando la posibilidad de "abandonar" la competición. Asimismo, se recalcó que había estado llorando durante el fin de semana, pero la audiencia parece haber desmontado la supuesta estrategia del programa.

A lo largo de la emisión de 'El Debate', incluso se preguntó a los colaboradores por la posibilidad de que Karina esperase al jueves en caso de que los espectadores decidiesen que saliese expulsada o, por contra, se marcharía antes. Nada más lejos de la realidad puesto que en ningún momento comunicó su voluntad de abandonar, sino que dejó claro no sentirse en igualdad de condiciones para con sus compañeros.

Respecto a esta situación, algunos usuarios de las redes sociales y periodistas especializados incluso aseguraron haber estado pendientes del 24 horas que se emite a través de Mitele sin haber advertido tal situación. "Esto es rotundamente falso. He visto 'Gran Hermano VIP' todo el fin de semana y está genial. Hasta ha bailado sevillanas, ha cantado, no para de reír... ¡Basta!", puede leerse entre los posts destacados respecto al reality de Telecinco.

La propia Karina desmiente la versión de 'GH VIP'

Al margen de la insistencia del programa, Karina hizo uso del turno de palabra para pronunciarse como nunca antes. A la vez que mencionaba estar "bien y contenta" tanto a nivel de fuerza física como mentalmente, la concursante mantenía las mismas ganas que al principio para continuar la aventura. "Lógicamente, tengo una edad y estoy limitadita, pero tengo la ayuda increíble de todos los compañeros", reiteraba una vez más.

Por otro lado, no dudó en confirmar que su intención tiene que ver con evitar que "la gente mayor se venga abajo", por lo que su participación en 'GH VIP 8' se torna como una inyección de ánimos para todos ellos. "Claro que tengo ganas, corazón. ¡Estoy a topísimo!", mencionaba instantes después. De este modo, queda completamente desmentido el halo que el espacio de Mediaset España y Zeppelin TV pretendía instaurar alrededor de la imagen de Karina.

Antes de la emisión de 'El Debate' del domingo 24 de septiembre, Telecinco intentó cebar la posible salida de Karina para insuflar aire a las audiencias de la mencionada gala. Al margen de las redes sociales y la página web de la cadena, 'Socialité' incluso avanzó que, "al parecer", la concursante había activado el protocolo de abandono con una declaración clave: "No sé si soy capaz de seguir porque soy una inútil".

Con María Patiño al frente del espacio de La Fábrica de la Tele, su escaleta recogía la situación que Karina estaría atravesando. "Se ve que no aguanta más por su estado físico, le duelen muchísimo las piernas. Sus compañeros han comentado que tiene los tobillos muy hinchados y ella ha dicho 'me flaquean las fuerzas y no sé si quiere continuar, me siento muy inútil en la casa", rezaban los compañeros de 'Socialité'.

La segunda polémica en solo dos semanas

La octava edición de 'Gran Hermano VIP' no parece estar siendo un camino de rosas como se diría popularmente. Han bastado dos semanas de competición para que el formato se vea envuelto en una polémica donde Oriana fue protagonista. En esta ocasión, la organización decidió poner en marcha una especie de subasta en la que la concursante debía abonar 12.000 euros a cambio de pasar tres minutos con su novio.

A lágrima viva, Oriana declinó esta opción desatando la mayor polémica de la edición hasta la fecha. Con patadas, gritos y lamentos como telón de fondo, 'GH VIP' decidió que ambos pudiesen pasar algo de tiempo juntos sin que la audiencia fuese parte de ese encuentro a juzgar por la declaración que se escuchó a través de un micrófono abierto.

"Esto me parece gravísimo. Daniele la lía y se sale con la suya de ver a Oriana", llegó a leerse a través de las redes sociales en clara oposición a lo que había decidido supuestamente el programa.