La última performance de Isabel Díaz Ayuso sigue dando de qué hablar dentro y fuera de la escena política. Su nueva guerra son las lenguas cooficiales, por lo que en una de las últimas batallas, durante la Conferencia de Presidentes, decidió abandonar la sala mientras que el lehendakari Imanol Pradales intervenía en euskera. No obstante, debió de respirar profundamente mientras que Alfonso Rueda arrancaba en gallego, ya que no hizo lo mismo. Días más tarde, la presidenta de la Comunidad de Madrid retomaba su discurso españolista en la manifestación convocada por el PP el pasado domingo, donde aseguró que "España no es plurinacional. No somos extranjeros en nuestra casa". Las palabras de la lideresa popular han suscitado multitud de reacciones, que han llegado incluso al mundo de la cultura. En una entrevista con este medio, el cantautor Alfred García hacía un alegato a favor del catalán, el gallego o el euskera.
El artista, nacido en El Prat de Llobregat, acaba de lanzar su tercer álbum, T’estimo es te quiero, con un 60% de canciones en catalán, su "lengua materna". Con el debate de las lenguas cooficiales en el candelero, al menos en la esfera política, Alfred aseguraba que "más que un dilema" con estas, "hay una no normalización de las lenguas cooficiales en la vida".
García acaba de ser nominado por en los Premios de la Academia de la Música de España por el tema Rumba catalana en la categoría Mejor canción en catalán. Pese a estar "súper agradecido", el que naciera artísticamente hablando en OT 2017 se preguntaba: "Está muy bien que haya una categoría de mejor canción en euskera, en gallego y en catalán, pero ¿no son acaso el catalán, el euskera o el gallego una lengua como el español? ¿Entonces por qué tienen una categoría?".
Por ello, el cantautor planteaba la siguiente reflexión: "Lo que yo creo es que las lenguas cooficiales deben convivir al igual que el castellano, de la misma manera que este lo hace en el resto de premios y de funciones que tiene en la vida cotidiana. Entonces, yo creo que el siguiente paso es, en el caso de la música, que la música sea reconocida de la mejor manera, sea en español, en catalán o en euskera".
Alfred García en la cultura, Gonzalo Miró en los medios
En el panorama de los medios de comunicación, Gonzalo Miró ha sido el más tajante a la hora de cancelar las palabras de Ayuso. Entre otros argumentos, la presidenta utilizaba las siguientes palabras: "Solamente se quiere visibilizar cada vez más un estado plurinacional que no somos y también plurilingüe. Las lenguas de las regiones son riqueza cultural de España, pero no pueden ser reducidas a un arma para separarnos y convertirnos en extraños en nuestra propia casa".
Antes de la Conferencia de Presidentes, la madrileña ya había mandado un aviso a navegantes: "O se habla en español o me saldré; no me pondré el pinganillo". Promesa que cumplió sin pensárselo dos veces. Con la intervención del lehendakari, Ayuso abandonó el acto y la oleada de reacciones comenzó. Miró fue uno de los primeros comunicadores en pronunciarse. Durante su intervención en un acto de la Fundación Ramón Rubial en Bilbao, el colaborador lanzó un claro mensaje a la presidenta: "Me hubiera encantado poder agradecer estos dos minutos, que no sé si serán tantos, en euskera, sobre todo para que no penséis en el País Vasco que en Madrid somos todos igual de catetos".
Estas palabras originaron una confrontación directa entre Miró y Ayuso, que aprovechaba su entrevista en Espejo Público para cargar contra él: "Este señor vive todos los días de insultarme en este programa, que puede hacer lo que quiera, es libre, y allá donde tiene la oportunidad. Entonces, como es algo personal que tiene contra mí, por algún motivo que algún día nos explicará, pues poca importancia".
"Un político se ha de someter al escrutinio de la opinión pública y recibir palos si tiene que ser así, pero eso no quita para que yo diga 'ah, no, como me va a criticar este colaborador mañana voy a ir por el otro lado", proseguía, asegurando que no se quedará callada por la posible repercusión de sus declaraciones. Horas más tarde, el tertuliano respondía desde Más Vale Tarde: "Por un lado, me alegro de que se haya dado por aludida porque podía no haberlo hecho. Conviene que la presidenta de la Comunidad de Madrid no se monte películas".
"Yo sí soy democrático, acepto los resultados de las elecciones, y entiendo que a ella, que está en el poder, hay que fiscalizarla. Sinceramente, me llama mucho la atención que entre a la guerra con un tertuliano. Yo no represento a nadie más que a mí mismo y ella, en cambio, se supone que representa a todos los madrileños", proseguía Miró. que se lamentaba de que, para su "desgracia", "es la presidenta de la comunidad en la que yo he nacido y resido".