En los últimos días y, en especial, en las últimas horas, las especulaciones acerca del fiasco que han supuesto los últimos  smartphones lanzados por Apple se multiplican. Son varios los analistas que, siempre bebiendo de fuentes ‘conocedoras’ de los entresijos de la compañía, ponen el acento en el incumplimiento de las perspectivas de venta del iPhone X, lo que habría llevado a los de Cupertino a rebajar de manera considerable su producción.

Ante esta situación, y como en el mundo de los fabricantes de teléfonos móviles son habituales las filtraciones, casi paralelamente se ha sabido que podrían estar preparando el lanzamiento de un smartphone ‘barato’.

Sin embargo, mezclar Apple y barato no es algo que se haya dado nunca. De ahí que el adjetivo haya que tomarlo con cautela y adecuando su significado a las habituales cifras de precios que maneja la marca de la manzana mordida.

El SE, casi descartado

Hecha la salvedad, la explicación del iPhone ‘barato’ o más asequible casaría a la perfección con las malas previsiones con las que ha arrancado este 2018 con respecto al que algunos han considerado ‘mejor móvil de la historia (por ahora)’.

La filtración o rumor parte de un especialista en Apple, el analista Ming-Chi Kuo de KGI Securities, quien, por una parte, ha echado por tierra la posibilidad de que la multinacional esté perfilando un nuevo iPhone SE (por lo menos, por ahora); y por otra, ha adelantado los que, según sus fuentes, sí se harán realidad.

Además de las evoluciones del X con el llamado de segunda generación y el Plus (este con pantalla de 6’5 pulgadas y ambos con mayor capacidad), llama la atención la apuesta por otro más ‘barato’.

En concreto, según el mismo analista, el nuevo iPhone más asequible sería un poco más grande que el X, con una pantalla LCD de 6´1”, con biseles ultrafinos y sin identificación por huella dactilar aunque sí facial.

Barato, barato...

Por lo que se refiere al precio, aludimos de nuevo a la necesidad de comprender el término ‘barato’ desde la perspectiva appleiana. Esto quiere decir que, según Kuo, los interesados en el smartphone LCD de Apple tendrán que seguir rascándose el bolsillo porque sitúa su coste en EEUU a partir de 700/800 dólares.

Tal vez, uno de los mayores problemas que se puede estar encontrando la empresa es que sus precios pueden verse desfasados por parte de los compradores. En el mercado actual de móviles, ahora mismo, es posible hallar dispositivos sobresalientes con un coste en tienda mucho más competitivo.

Lo que parece evidente, si se confirma lo del descenso en la fabricación de unidades del nuevo iPhone X por falta de demanda, es que este 2018 arranca para la multinacional como acabó 2017, es decir, con nubarrones. No hay que olvidar que a estas perspectivas negativas se deben sumar las denuncias públicas y/o judiciales a las que tiene o se ha visto obligado a hacer frente como consecuencia de la ralentización de sus iPhone más antiguos en países como Francia o Estados Unidos.