Ana Julia Quezada asesinó con alevosía al niño de ocho años Gabriel Cruz, hijo de su expareja sentimental, el 27 de febrero de 2018 en la finca familiar de Rodalquilar, (Níjar, Almería), tras "lanzarlo contra el suelo o pared" de la habitación del cortijo "de forma intencionada, súbita y repentina" y lo hizo consciente de su "superioridad" por diferencia de edad y por complexión.

Así lo ha determinado el jurado popular que ha deliberado sobre las pruebas presentadas contra ella en el transcurso de la vista oral celebrada en la Audiencia Provincial en la que ha estimado acreditado también que Gabriel, quien "confiaba" en la acusada por ser una persona "íntimamente ligada" a su entorno familiar, "no tuvo posibilidad de defenderse ni de reaccionar", lo que aboca a Quezada a la prisión permanente revisable, tal y como solicita la Fiscalía.

ElPlural.com ha recogido los cinco vídeo más relevantes de las declaraciones y reacciones de la acusada durante el juicio.

Reconoce el asesinato

Ana Julia Quezada admitió ante el Tribunal de jurado que mató el 27 de febrero de 2018 al niño de ocho años Gabriel Cruz en la finca familiar de Rodalquilar, en Níjar (Almería). Sin embargo, se declaró inocente, ya que aseguró que ella no quería quitarle la vida al menor: "solo quería que se callara", declaró el martes 10 de septiembre.

Le mató porque el niño renegaba de ella

Quezada declaró ese mismo martes que el pequeño Gabriel le gritó el día de su asesinato y que por esta razón ella "simplemente le tapó la boca" y "solo quería que se callara". "Estaba chillando "negra, fea, tú no me mandes que no eres mi madre, quiero que mi madre se case con mi padre, no quiero que esté contigo, vete a tu país" y yo estaba muy nerviosa, solo quería que se callara pero no quería matar al niño, simplemente le tapé la boca" confesó la acusada. "De lo demás no me acuerdo, cuando le quité la mano no respiraba. Usé las dos manos, fue un momento muy rápido" añadió finalmente.

Alegó que quiso suicidarse

Ana Julia Quezada declaró durante la segunda vista del juicio por el asesinato de Gabriel Cruz que tras cometer el crimen se planteó quitarse la vida ya que no podía vivir sabiendo lo que había hecho. Unos hechos que finalmente no pudieron probarse, al igual que su alegato de que se encontraba bajo los efectos de varios medicamentos cuando mató al niño.

Pide que Dios la perdone

La procesada por la muerte violenta del niño hizo uso de su derecho a la última palabra y dijo ante el jurado popular que pide "perdón" a "toda persona a la que haya podido hacer daño con mi acción".

"Pido perdón a todo el que se haya podido sentir mal por lo que yo hice y solo espero que Dios me perdone", trasladó entre lágrimas y sollozos el martes 17 de septiembre, sentada en una silla frente la magistrada-presidenta del tribunal, Alejandra Dodero.

Impasible ante el veredicto de culpabilidad

Las siete mujeres y dos hombres que integran el jurado han considerado probado por unanimidad que, de acuerdo con los forenses del Instituto de Medicina Legal (IML) que practicaron la autopsia de Gabriel Cruz, "tras el impacto" que le propició al niño, la acusada "procedió con sus propias manos" a la oclusión de los orificios respiratorios "con fuerza, hasta vencer su resistencia y provocar su fallecimiento" por asfixia mecánica por sofocación. De esta forma, también por unanimidad, el jurado la ha declarado culpable de asesinato con alevosía.

La reacción Ana Julia Quezada ante la lectura del veredicto es impasible y no cambia notoriamente el rictus en ningún momento.