Patricia Ramírez, madre del pequeño Gabriel, el niño asesinado en Almería en 2018, ha pedido que se imponga un dispositivo electrónico de control a D.M.F.A., el hombre que cumple dos años de prisión por quebrantar condenas de alejamiento por acosarla y que este martes gozará de un permiso ordinario.

En declaraciones a ABC, ha admitido que siente "miedo" de su acosador, que debe "tener permisos y que no tiene que estar en la cárcel, sino en tratamiento en un psiquiátrico". Como víctima, ha añadido Patricia Ramírez, "tengo derecho a salir de mi casa asegurándome de que no me va a perseguir". Hay que recordar que la madre del pequeño Gabriel se enfrenta, en menos de un mes, a la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJ-A) sobre la repetición o no del juicio sobre el crimen de su hijo.

La identidad del acosador de Patricia Ramírez se conoció a raíz de la desaparición del pequeño Gabriel y la que resultó ser la asesina del niño, Ana Julia Quezada, apuntó a él como sospechoso, aunque los investigadores descartaron pronto esa teoría. 

El hombre estará en libertad tres días

D.M.F.A. disfrutará de un permiso de tres días que se iniciará el día 24, al mediodía, según el auto del Juzgado de Vigliancia Penitencia número 7 de Almería, y a propuesta de la Junta de Tratamiento Penitenciario del centro donde se encuentra recluído, el de El Acebuche. El recluso tiene como condiciones presentarse en comisaría al principio y final del permiso, la prohibición de abandonar la provincia de Almería y permanecer "bajo tutela de un familiar". Patricia Ramírez ha expllicado que en el pasado pidió la colaboración de la familia para poner fin el acoso, pero no puidieron "ayudarle a él ni a mí".

Patricia Ramírez no conocía a su acosador

Patricia Ramírez ha subrayado la problemática a la que se enfrenta: "si yo hubiera mentido y dicho que ese hombre y yo nos dimos un beso, yo ahora mismo sería tratada por violencia de género, porque así es: él viene a por mí como mujer, es una obsesión sexual. Pero no mentí: no le conocía, no tenía una relación sentimental, y ahora me encuentro con problemas para que le pongan una pulsera para mi protección".

La mujer denunció a D.M.F.A. por primera vez en noviembre de 2016 y entonces se le impuso al acosador una orden de alejamiento, aunque el primer dispositivo de control de su localización se ordena en octubre de 2017. A partir de aquí, el hombre "se ha saltado continuamente los límites, quitándose la pulsera y yéndose por ahí". La última vez fue detenido "tras 10 0 12 días de búsqueda".