La columna vertebral es una de las zonas más vulnerables de nuestro cuerpo por estar sometida a un estrés constante (esfuerzos, malas posturas o traumatismos) que, con el tiempo, produce desgaste precoz de nuestra columna y desencadena dolor. Ocho de cada diez personas sufrirán dolor de espalda en algún momento de su vida.

En ocasiones el dolor tiene su origen en una lesión específica de la columna. Es el caso de las temidas hernia discal y estenosis espinal, dos patologías que causan dolor local y pérdida de fuerza y sensibilidad en nuestras piernas y manos y que puede llegar hasta el punto de impedirnos realizar actividades básicas como caminar o permanecer de pie. En algunos de estos casos se hace necesaria la cirugía para solucionar el problema.

¿Qué es la cirugía endoscópica?

Hasta hace bien poco, si un paciente necesitaba ser operado de la columna vertebral la única opción era una cirugía abierta de columna, altamente invasiva y de gran riesgo. “La cirugía endoscópica ha supuesto toda una revolución en este campo. A través de una incisión mínima en la piel, de apenas 5 u 8 milímetros, se introducen cánulas que llegan en profundidad hasta el canal espinal. Son de diámetro creciente, para no dañar la musculatura. El endoscopio se abre camino por ellas y permite visualizar el interior de la columna vertebral y realizar descompresión de las estructuras nerviosas comprimidas.  No sólo es mucho menos agresiva que la cirugía tradicional, sino que también hay menor riesgo de lesiones y la recuperación del paciente es mucho más rápida”, explica el Dr. Tomasz Zbigniew Rumin, jefe de la Unidad de Columna del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitario Infanta Elena, integrado en la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid.

El objetivo de la cirugía endoscópica es corregir las anomalías estructurales de la columna vertebral que origina el dolor de espalda, cuando esa es la causa. Por ejemplo, cuando una hernia discal comprime una raíz nerviosa, y todos los tratamientos no quirúrgicos han fracasado, extraer el material discal herniado permite eliminar la compresión y acaba con el problema.

“Apenas podía moverme y el dolor era insoportable. Tras la operación, un mes con una faja y vuelta a la vida normal"

Gracias a esta novedosa técnica quirúrgica Iván, de 17 años, ha podido normalizar su vida. El joven tenía dos hernias lumbares y apenas podía moverse debido a los dolores que le provocaba. El equipo de la Unidad de Columna del centro valdemoreño le intervino hace un año a través cirugía endoscópica. “Esto me ha cambiado la vida”, asegura- En apenas un mes pudo retomar la práctica del baloncesto, una de sus pasiones y recuperar la normalidad. “Apenas podía moverme y el dolor era insoportable. Tras la operación, un mes con una faja y vuelta a la vida normal", explica.

El Hospital Universitario Infanta Elena es pionero dentro del Servicio Madrileño de Salud en esta técnica endoscópica aplicada a la columna vertebral. El Dr. Tomasz Rumin, junto con su equipo, empezó a realizar las intervenciones endoscópicas hace 5 años y para este especialista la cirugía endoscópica ha dejado de ser una opción de futuro para consolidarse como la terapia de referencia en el presente.

"La cirugía endoscópica presenta buenos resultados funcionales y escasas complicaciones quirúrgicas. Los pacientes presentan una recuperación casi inmediata que les permite retomar la práctica deportiva y la actividad laboral pocas semanas después de la intervención", enfatiza el jefe de la Unidad de Columna del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del hospital valdemoreño, que atiende una media de 15.000 consultas anuales y realiza en torno a 300 intervenciones, resolviendo satisfactoriamente más del 80 por ciento de las patologías quirúrgicas de columna vertebral (raquis), ya sean a nivel lumbar, cervical o dorsal.

Más vale prevenir que curar

Pero antes de llegar a este punto, recuerda el especialista, es importante saber que gran parte de las dolencias de espalda se pueden prevenir cuidándonos a diario, con actividad física adecuada a cada situación, manteniendo hábitos de vida saludables y una buena higiene postural.

Entre otras cosas, debemos evitar dormir boca abajo y es conveniente hacerlo de lado o con un cojín debajo de las rodillas. Asimismo, es conveniente no permanecer durante mucho tiempo de pie, sentado o acostado.

Además, con el envejecimiento vamos perdiendo masa muscular. Por eso se debe practicar ejercicio de forma moderada, un mínimo de 30 minutos cada día. Las mejores actividades son caminar, nadar o montar en bicicleta. También es importante, en la medida de lo posible, hacer ejercicios específicos para fortalecer los músculos de la espalda y el abdomen.

En el caso de padecer sobrepeso u obesidad es indispensable adelgazar para reducir la carga sobre la columna y mejorar la movilidad. Otro aspecto esencial para la prevención es la alimentación. Los especialistas recomiendan una dieta sana, equilibrada, rica en omega 3 y con aporte de calcio, evitando consumir productos procesados.

La lumbalgia, segundo problema de salud crónico

De todos los dolores de espalda, el más frecuente, un 70%, corresponde a la zona lumbar. Según el informe del Sistema Nacional de Salud del año 2017 (publicado en 2019), la lumbalgia en la población española es el segundo problema de salud crónico, con el 18,5% de la población afectada, por detrás de la hipertensión arterial, que representa el 19,8%. Afecta más a las mujeres (14,7% en varones y 22,1% en mujeres) y se observa una mayor incidencia entre los 45 y los 55 años. Esta patología está detrás del 12,5% total de bajas laborales, suponiendo unas pérdidas cercanas a los 16.000 millones de euros (1,7% del PIB). Además, es la principal causa de incapacidad laboral entre personas menores de 45 años.