El brote de sarampión en diversos países europeos ha obligado al Ministerio de Sanidad a establecer como condición obligatoria vacunarse contra esta enfermedad en el caso de no haberlo hecho o no haberla sufrido.
Tal y como ha relatado laSexta, en España, donde también se daba por erradicada la enfermedad, se han registrado 233 casos entre el comienzo del año y el 21 de julio, todo ellos importados o secundarios a estos.
¿Quién debe vacunarse?
Los niños son vacunados con la ‘triple vírica’, que actúa a la vez contra el sarampión, rubeola y parotiditis. Tal y como marca el calendario actual de vacunaciones, los niños deben administrarse la vacuna en dos dosis, a los 12 meses y a los tres años.
El Ministerio de Sanidad también ha señalado que todos aquellos nacidos a partir de 1970 que no se vacunasen en su momento o no hayan sufrido el virus deberán hacerlo ahora.
La OMS advierte
Se calcula que en 2017 murieron 110 000 personas por esta causa, la mayoría de ellas menores de 5 años y a pesar de existir vacunas seguras y eficaces.
El sarampión es causado por un virus de la familia de los paramixovirus y normalmente se suele transmitir a través del contacto directo y del aire. El virus infecta el tracto respiratorio y se extiende al resto del organismo. Se trata de una enfermedad humana que no afecta a los animales.
La intensificación de las actividades de vacunación ha influido de forma decisiva en la reducción de las muertes por sarampión. Se estima que entre 2000 y 2017 la vacuna contra el sarampión evitó 21,1 millones de muertes. A nivel mundial, las defunciones por sarampión han descendido un 80%, pasando de 545 000 en el año 2000 a 110 000 en 2017.