Una pareja residente en la localidad de Caudete (Albacete), Germán R. T., de 28 años de edad, y de Aroha M. G. de 27, han sido encarcelados tras la muerte de sus dos bebes. El primero Omar R.M que falleció el 23 de enero de 2018 en el hospital de Albacete con tan solo cuatro meses, debido a un traumatismo craneoencefálico que le provocó una hemorragia cerebral.

En esta primera ocasión no fueron detenidos y continuaron con su vida, pero la Guardia Civil abrió una investigación como sospechosos de un homicidio imprudente. Así han informado en el diario El Mundo

Cuatro meses después del fallecimiento del primer bebe, Aroha se quedó embarazada de nuevo y el 18 de febrero dio a luz a su segundo hijo, al que llamaron Dylan. Quien vivió el mismo numero de días que su hermano: 131.

Investigaciones preliminares

Asimismo, las alarmas se dispararon tras la autopsia del segundo hijo, que dictaminaría que el bebé presentaba múltiples fracturas en varias costillas que le habían provocado la perforación de un pulmón. La Guardia Civil detuvo a los progenitores el 4 de julio. La juez que se encargó del caso -aún en fase de instrucción- les tomó declaración y ordenó el ingreso de ambos en la cárcel de La Torrecica, donde aún se encuentran en prisión preventiva.

De esta manera, el abogado que representa a German, Joaquín Valiente, ha explicado que “mi cliente mantiene su inocencia, dice que no tiene ni idea de cómo se han podido causar los bebés esas lesiones, que no le encuentra ninguna explicación a los fallecimientos”.

Germán y Aroha comenzaron una relación hace unos cuatro años. Ella, que residía en la vecina localidad de Elda, ya en la provincia de Alicante, se trasladó entonces a vivir con él a un piso en el centro de Caudete. 

La madre de la detenida

"Estoy deseando más que nadie saber lo que ha pasado, porque esto ha sido un palo muy gordo", dice al teléfono Rosa, la madre de Aroha y abuela por tanto de los dos niños fallecidos. "He ido a verla [a su hija] a prisión, y le pregunto y no dice nada, se calla. Sólo me dice: 'Mamá, sácame de aquí'". Pese a este silencio, Rosa cree en la inocencia de su hija: "Yo por ella metía la mano en el fuego, porque ha criado a dos sobrinas mías sola siendo una niña. Se levantaba cada tres horas, las cambiaba, las duchaba, les daba sus tomas...".

Por otro lado, los compañeros del servicio de Protección Civil de Caudete han explicado que “Hasta que un juez no diga que han sido ellos no nos lo creemos porque los conocemos y pensamos que serían incapaces de hacer daño a nadie. Son excelentes personas, serviciales, trabajadores... Los primeros en ofrecerse cuando ha habido un incendio forestal o salidas peligrosas", dice uno de ellos. "El día que murió la segunda criatura al padre casi le da un infarto; era para verlo cómo estaba. A la muchacha la tuvieron que llevar al centro de salud a que le dieran un valium y a Germán también tuvieron que darle una pastilla porque le daba un infarto".