El mundo de la cirugía ha experimentado una auténtica revolución en los últimos años. Aunque se siguen practicando cirugías abiertas, en muchos casos, éstas han sido sustituidas por intervenciones menos invasivas que permiten, entre otras cosas, reducir las complicaciones y favorecer la recuperación del paciente. 

La tecnología ha jugado, y juega, un papel clave en este sentido y los avances son imparables. En este contexto surge la tridimensionalidad, que de forma pionera, el Hospital Quirónsalud Málaga ha incorporado en las operaciones quirúrgicas urológicas por laparoscopia.

Esta técnica, que se realiza a través de pequeños orificios por los que se introducen el instrumental y la cámara para visualizar en una pantalla el área sin abrir al paciente, se incorporó a la urología a finales de la década de los 90 y se ha ido perfeccionando con el paso del tiempo.  “La cirugía laparoscópica disminuyó espectacularmente el riesgo de complicaciones quirúrgicas en la especialidad, tan habituales hace 20 años”, recuerda el doctor José Ángel Gómez Pascual, Jefe del Servicio de Urología de este centro hospitalario andaluz. “Se han logrado grandes mejoras, debido a la reducción del sangrado durante la operación, del dolor postoperatorio y del tiempo de recuperación del paciente”.

Las nuevas torres 3D suponen un paso más y “este es el primer centro privado del sur de España en ponerla en marcha”, resalta este médico.  “Va más allá de lo que hasta ahora podíamos imaginar en cuestión de calidad de visión intraoperatoria”, reconoce el doctor Gómez Pascual. “Ya conocíamos la visión tridimensional; se utiliza desde hace más de una década con el Robot Da vinci, pero su elevado coste hace que no sea factible incorporarlo a la mayoría de los hospitales”, confiesa.

Este tipo de visión más perfecta no estaba al alcance de todos los cirujanos. “Teníamos que conformarnos con la tecnología 2D, con muy buena calidad, pero no comparable”, recalca.

Importantes ventajas

La laparoscopia tridimensional tiene importantes ventajas e, incluso, hace que, para los cirujanos, entrenados en técnicas anteriores, “parezca más sencilla la intervención”.

“Mejora la resolución y la definición de las estructuras anatómicas”, explica este urólogo, de manera que “se gana la percepción de profundidad, se facilita la manipulación, se disminuye el tiempo quirúrgico y se reduce la fatiga del cirujano”. Todo esto, además, hace que sea menor el riesgo de accidentes durante la cirugía, lo que se traduce en mayor seguridad para el paciente.  

“La eficacia es mayor, las operaciones duran menos y se reduce el sangrado, por lo que  hay menos complicaciones asociadas y los tiempos de estancia en el hospital son más cortos”, detalla este especialista.

Aplicable a todas las operaciones por laparoscopia

La cirugía laparoscópica tridimensional puede utilizarse en todas las intervenciones urológicas que se hagan mediante laparoscopia convencional, como casos de cáncer de riñón o próstata. “Su uso es un plus en todos los aspectos”, insiste el doctor Gómez Pascual.  El personal es el mismo, lo único que se precisa es algo de “entrenamiento en el uso de los nuevos equipos”.

Diez años de trayectoria

Desde que se puso en marcha el Hospital Quirónsalud Málaga hace casi diez años, el departamento de Urología de este centro ha ido creciendo y reforzándose hasta convertirse en referente en distintos servicios como la oncología urológica.

Del mismo modo, en la actualidad se trabaja para incorporarlo “como centro colaborador de ensayos clínicos de la especialidad y en áreas nuevas de investigación en curso referentes a la oncología”.

"Estamos construyendo unos cimientos sólidos para satisfacer el reto de poder ofertar en el menor tiempo posible, el mejor y más moderno de los tratamientos existentes para cada paciente en particular, sin esperas y con el máximo rigor científico posible", concluye su responsable. Un auténtico desafío.