La pasada tarde del miércoles la policía de Nueva York detuvo a un hombre que escalaba la fachada de la Torre Trump, situada en la quinta avenida de Manhattan. El sujeto se colocó un arnés y se ayudó de dos ventosas de escalada para ascender los doscientos metros del edificio. Aunque no empezó a escalar por la fachada desde el primer piso, si no desde el quinto, donde se encuentra un balcón ajardinado cuyo acceso es público. 

En un primer momento, no se conocían ni la intención ni la identidad del escalador, sólamente que un hombre con gorra de béisbol y iba trepando. Más tarde, se conoció el nombre del escalador - Steve - y su principal intención: que "Donald Trump lo vea". Pero eligió mal el momento, ya que el magnate republicano no se encontraba entonces en el edificio, si no en actos de campaña electoral en Virginia. 

La detención se produjo después de dos horas de persecución policial en la planta número diecinueve del cuartel general y la residencia del candidato republicano, Donald Trump. Los agentes de la policía neoyorquina lo intentaron desde un primer momento, sin embargo, no lo consiguieron hasta el piso diecinueve. Incluso llegaron a romper cristales, levantaron una escalera y colocaron dos aribags para poder comunicarse con él. El teniente Ángel Fermín de Nueva York declaró al canal local Telemundo que se descarta cualquier intención terrorista. Todo apuntaba -dijo- a una hazaña personal del sujeto.

El acto ha llamado la atención de centenares de neoyorquinos que se han concentrado en el cruce de la calle 56 y la quinta avenida, una zona de oficinas en el centro de Manhattan, para poder observar lo que ocurría de cerca, lo que también ha provocado interferencias en el tráfico a pesar de la amplia presencia policial. Mientras tanto, empezaban a twitear en redes sociales lo ocurrido.