Todas las escuelas catalanas deberán impartir al menos un 25% de las clases en castellano. Así lo ha ordenado este martes el Tribunal Supremo (TS), ratificando de esta manera el fallo del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), que previamente ya había mostrado su negativa a que los centros no deban cambiar sus proyectos lingüísticos.

El conseller de Educación de la Generalitat, Josep Gonzàlez-Cambray, y su homóloga Cultura, Natàlia Garriga, han sido los encargados de anunciar la sentencia del TS, durante una rueda de prensa ofrecida desde el Palau de la Generalitat.

"Es un grave ataque a los fundamentos de la escuela catalana perpetrado por un tribunal alejado y desconocedor de la realidad de los centros educativos catalanes", ha denunciado Gonzàlez-Cambray, quien ha afirmado que la sentencia del TS es una muestra más de la necesidad de una “Cataluña independiente”. “Debéis seguir trabajando como hasta ahora con implicación y haciendo vuestro como sabéis hacer”, ha añadido el conseller de Educación.

Asimismo, Gonzàlez-Cambray ha informado que ha hablado con la ministra de Educación, Pilar Alegría, quien le ha transmitido que quiere dar cumplimiento a la nueva ley estatal, la LOMLOE, que pide "garantizar el aprendizaje y lograr los conocimientos de lengua catalana y la castellana".

Garriga, a su vez, ha dicho que el catalán es una prioridad del Govern y ha anunciado que se ha convocado una reunión este mismo martes a las 19.30 horas con las entidades a favor del catalán y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès.

En opinión de los consellers, es necesario "reforzar el catalán en las aulas" y han recordado que se ha impulsado un plan a tal efecto, frente a los datos que revelan un retroceso del uso del catalán en el entorno escolar.