Dice el refrán que las mentiras tienen las patas muy cortas. Y con los dirigentes de la Generalitat, esa frase es más real que nunca. La última mentira desvelada, gracias a las imágenes que TVE ha hecho públicas es que la exconsellera de Emergencias, Salomé Pradas, ya estaba con la redacción del mensaje de alerta hora y cuarto -mínimo- antes de que se enviara, así como que no quería hablar con el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar. Y lo de las mentiras no lo digo, lo dice la juez de la DANA en su último auto donde pone, negro sobre blanco, que la "grabación contradice declaraciones prestadas en sede judicial".
Este periódico publicó el pasado día 5 de marzo un artículo titulado: “Pradas tenía el ES-Alert redactado desde las 18:15, pero no lo envió hasta las 20:11, cuando la gente ya se había ahogado”. La respuesta de la exconsellera y principal imputada en la causa judicial fue enviarnos al periódico un derecho de rectificación. Dicho escrito, decía, entre otras cosas: "Es absolutamente falsa la información publicada por su medio ya que no se corresponde de ningún modo con lo ocurrido la tarde del 29 de octubre en el seno del Cecopi. Decir en su publicación que "Estaba redactado y a la espera del ok de la consellera del ramo, Salomé Pradas, a las 18:15 minutos" y que "Pradas tardó casi dos horas de reloj en autorizar que se enviara un mensaje", es absolutamente falso"
Ay, Salomé. Las imágenes demuestran que estabas hablando a las 18:56 de lo que se debía de incluir en ese mensaje, y lo que cuenta este periódico no es, ni más ni menos, que lo que las imágenes demuestran. Un artículo que explica que la exconsellera estaba cambiando lo quería poner en el mismo. Un mensaje cuyo borrador ya estaba sobre la mesa desde mucho antes, concretamente desde la hora que pubicó este medio, pues es cierto que lo redactaron funcionarios y, posteriormente, cuando ya se tenía, fue la consellera la que lo revisó. Aunque según le dijo ella a la juez no fue así...ni mucho menos fue así.
Y es que, mi querida Salomé, si escribo esto es porque estoy convencida que quedará más que acreditado que había un borrador a las 18:15. Tiempo al tiempo. Y aquí espero tu próximo derecho de rectificación. Que como con todo hasta ahora, tanto contigo como con el que fuera tu Gobierno, se va a demostrar que lo que decimos los periodistas es la verdad, a diferencia de vosotros.
Lágrimas de cocodrilo
Y es ahora cuando quiero recordarle a los lectores esas lágrimas de cocodrilo que Salomé Pradas en su declaración judicial. Pues no serían muy reales esas lágrimas si no dudó en mentir como una bellaca delante de la juez. ¿Sabes Salomé qué lágrimas son reales? Las de las familias de las 229 víctimas mortales de la DANA.
¿Sabes que lágrimas son reales? Las de Dolores cada vez que recuerda cómo vio morir a su marido y a sus dos hijos delante de sus ojos porque nadie les avisó. O las de Toñi cuando explica sus últimos momentos con su marido y su única hija. Las del vecino de detrás de casa de mis padres que perdió a su niña de 11 años. Esas, Salomé, son lágrimas reales de las que te parten el alma. Las tuyas no son ni de marca blanca, y más después de ver esas imágenes que los compañeros de TVE han publicado. Unos compañeros a los que no tendré vidas para agradecerles el gran trabajo que han hecho.
Estamos a menos de un mes del aniversario de la DANA y, pasan los días y los meses, y seguimos sacando la información a cuentagotas. Como periodista, y vecina de Benetússer, no puedo evitar en pensar las víctimas. Con cada nueva prueba que demuestra la incompetencia de los que aquel día debían protegernos pienso… si los periodistas estamos tan, tan enfadados, ¿cómo estarán Dolores, Toñi y el resto debían familias? La DANA es la peor expresión de la política y de los políticos. Pero ya les digo desde aquí, lectores, que en ElPlural.com seguirnos informado sin miedo a los derechos de rectificación, ni a las llamadas de los políticos. Ustedes siempre han sido, son y serán nuestra prioridad.
