Alberto Luceño y Luis Medina, los imputados por el caso mascarillas, han acudido esta mañana a declarar ante el magistrado instructor, Adolfo Carretero. Ambos han declinado realizar ningún tipo de declaración a los medios a su llegada a los juzgados. Y poco más han hecho dentro, ya que ambos solo han contestado a las preguntas de sus defensas y del juez. De hecho, solo ha habido dos novedades: que Medina ya no está enfadado con Luceño por darle menos comisión, y que Luceño asevera que el malasio responsable de la empresa Leno, San Chin Choon, declarará en el caso. Ante esta afirmación, Carretero se ha mostrado más que escéptico diciendo: "Es la primera noticia al respecto".

Según las fuentes presentes en la declaración, en general, los dos empresarios han mantenido su inocencia en esta causa que investiga una presunta estafa al Ayuntamiento de Madrid por traer material sanitario y el cobro de comisiones millonarias, seis millones de euros de once que era el contrato. Ninguno se ha salido del guion, y ambos han mantenido lo declarado en la Fiscalía Anticorrupción.

Entre lo que han vuelto a ratificar, está el hecho de que hablaron con el primo del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y que fue él quien les facilitó el contacto de Elena Collado, jefa de compras de Funeraria Madrid. Del alcalde propiamente dicho aseveran las fuentes que ninguno de los dos ha declarado nada.

Así, Medina ha declarado: “Llamé a Carlos Martínez-Almeida y le dije que teníamos material sanitario para vender. Al ser el primo del alcalde, imaginé que me podría dar un contacto en el Ayuntamiento. Me dio un email, que creo que era de Elena Collado, como responsable de compras que estaba en ese momento”.

El hijo del duque de Feria también ha aseverado ante el juez que, “Luceño tenía el contacto con Leno. No pactamos comisiones. Entendí que me iba a tocar un tercio”. “No he sido engañado por Luceño”.

Luceño por su parte, y respecto de las comisiones, ha dicho que, “esos datos no son reales, los del tanto por ciento que hemos cobrado. Luis (Medina) era un facilitador y yo soy un agente. No sabíamos qué íbamos a ganar hasta que se cierra la operación”.

Caso mascarillas

En el conocido como caso mascarillas, se investiga la querella interpuesta por la Fiscalía Anticorrupción por presunta comisión de delitos de estafa, falsedad documental y blanqueo de capitales. El juez estima “graves” estos hechos debido a que se produjeron en el momento “más álgido” de la pandemia, con “miles de fallecimientos diarios”.

El fiscal firmante de la querella, Luis Rodríguez Sol, entiende que Medina y Luceño ofrecieron al Ayuntamiento de Madrid la posibilidad de adquirir “grandes remesas de material sanitario fabricado en China” con el fin de obtener un “exagerado e injustificado” beneficio económico.

Medina obtuvo una comisión de un millón de euros en calidad de intermediario, un dinero que destinó a la adquisición de un velero por valor de 325.515 euros y a dos bonos de inversión por un precio de 200.000 euros cada uno. Días después de recibir las comisiones, según el sumario de la investigación, el aristócrata transfirió el dinero a una cuenta en Países Bajos, dejando una de sus cuentas prácticamente vacía y otra en números rojos.