Noelia, la joven de 24 años parapléjica cuya aprobación de la eutanasia fue suspendida en agosto debido a la impugnación de su padre, ha ratificado este martes su voluntad de tener una muerte digna ante la jueza, denunciando coacciones de entornos católicos para que renuncie a esta decisión. El Juzgado de lo Contencioso número 12 de Barcelona ha celebrado la vista extraordinaria a puerta cerrada para decidir si se da luz verde a la eutanasia que solicitó la joven hace casi un año, siendo el primer juicio que tiene lugar en España por el derecho a una muerte digna.

La vista enfrenta a la Generalitat de Cataluña, que respalda la decisión unánime de la Comisión de Garantía y Evaluación de autorizar la eutanasia de Noelia, y al padre de la joven, representado por la asociación ultracatólica Abogados Cristianos. La Fiscalía, que previamente apoyó suspender el procedimiento, aún no ha decidido si debe permitirse la muerte asistida, disponiendo de cinco días para pronunciarse.

En el juicio, Noelia ha declarado presencialmente a petición de la Fiscalía, junto con siete especialistas médicos y forenses. Todos han coincidido en que conserva sus facultades y no padece ninguna alteración mental que afecte su capacidad de decidir. Sus testimonios contradicen la postura de Abogados Cristianos, que argumentan que sufre un trastorno límite de la personalidad debido a las secuelas de un intento de suicidio en 2022, lo que, según ellos, le impediría tomar esta decisión sobre su propia vida.

Un escrito en estado de lucidez 

Noelia ha asegurado la constancia de su voluntad de recibir una muerte digna que lleva mucho tiempo esperando, aclarando que nunca ha tenido dudas al respecto. Durante el interrogatorio, que ha durado casi una hora, ha afirmado que ha sido coaccionada para que desistiera de la eutanasia por parte de entornos católicos vinculados al centro de menores en el que pasó gran parte de su vida tutelada. Según su testimonio, en el centro sociosanitario donde reside, su habitación fue invadida con "estampitas, cruces y símbolos religiosos".

Por su parte, la atención médica y forense que ha recibido la paciente ha declarado en la vista oral, como ya consta en el expediente administrativo, que la joven cumple con todos los requisitos obligatorios según la ley de eutanasia: sufre un padecimiento físico y psíquico constante, sin un pronóstico de mejora o curación en el futuro.

Sin embargo, la asociación Abogados Cristianos sigue contradiciendo a la joven, expresando que, además de los trastornos mentales que supuestamente padece Noelia, ella confesó en una anotación haber tenido dudas sobre su decisión unas semanas antes de la fecha fijada. La joven negó lo sucedido y añadió que no recuerda ese escrito y que no estaba en un estado de lucidez en ese momento.

Por lo tanto, siguiendo los criterios obligatorios de la Comisión de Evaluación de la Generalitat, se contactó con un notario para que levantara acta y se pudiera seguir adelante con la eutanasia. Este documento constituye una prueba clave dentro del juicio.

La jueza ha dado cinco días a las partes para que presenten sus informes con las conclusiones, tras lo cual se decidirá finalmente si se avala la eutanasia solicitada por Noelia. Esta resolución podrá ser recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).