Jesús Gordillo, el que ha sido la garganta profunda y delator de la pieza de la financiación irregular del PP de Rita Barberá dentro del caso Taula para los investigadores, el exasesor del que fuera mano derecha de Rita Barberá, Alfonso Grau, 'ha visto la luz' ocho años después. Ahora dice que todo lo declarado ante la Unidad Operativa de la Guardia Civil (UCO), el fiscal Anticorrupción y el juez no era verdad. Ha negado que Grau le diera dinero en efectivo para sufragar los gastos de la campaña, ha negado que Grau negociara sus sueldos en los lugares donde trabajó, ha negado que se cambiaran los conceptos de las facturas de la campaña para evitar ser detectados y que las empresas pagaran la campaña. En fin, se ha marcado un "donde dije digo, digo Diego" en toda regla.

Gordillo fue la persona que entregó la documentación que acredita el añamo electoral de la campaña del 2007, es decir, la persona que tenía en su poder los papeles que han sentado en el banquillo a los acusados. 1004 folios que le entregó a una periodista de Valencia Plaza aseverando que lo hacía "porque Grau no caía con el pitufeo" y que él -Grau- era la persona que conocía todo el sistema de amaño electoral.

Las mentiras de Gordillo sobre los papeles

Sin embargo, este miércoles ha dicho: "Me obligó a entregar esa copia de documentación un hombre que me paró en una calle poco transitada. Me negué y me enseñó una fotografía de mis hijos y me dijo que tuviera cuidado con mis hijos. Nunca he visto la documentación. Le pedí copia a la periodista para ver qué documentación era y aun estoy esperando". Hecho completamente falso, pues Jesús Gordillo estuvo en la sede del periódico más de dos horas explicando, a dos miembros de la redacción, qué eran esos papeles que les entregaba a los periodistas y, una vez escaneados, se llevó copia de los mismos en un pen drive puesto que los originales fueron entragados a la Fiscalía Anticorrupción.

Y a lo anterior hay que añadir que la decisión de llevar esos documentos al Ministerio Fiscal no la toma Jesús Gordillo, sino los periodistas, quienes, tras analizarlos, deciden que publicarlos sin que antes la UCO hubiera tenido tiempo para investigar podría, a su juicio, entorpecer la instrucción de la causa judicial pues cabía la posibilidad de que las personas y empresas señaladas destruyesen pruebas. Precisamente es esa posibilidad de destrucción de pruebas la que lleva a retrasar tres meses la publicación de los artículos.

Sobre la declaración ante la UCO, ha llegado a acusar a los agentes de presionarlo sin descanso teniéndolo horas declarando y que, por eso, dijo lo que dijo aunque ahora diga lo contrarios. Sin embargo, a la UCO le explicó lo mismo que les había explicado a los periodistas en uno de los despachos cuando les llevó la información. 

En la declaración efectuada ante el tribunal ha asegurado que fue el dueño de la empresa Laterne quien le dio los 350.000 euros en efectivo que, hasta ahora había declarado que le entregó Grau para pagar gastos de campaña pero que, tras los cambios en su memoria, ahora asevera que en realidad se los dio Vicente Sáez para pagar a proveedores de Laterne.

La declaración de Jesús Gordillo ha sido tan tensa que el presidente del tribunal le ha advertido dos veces sobre el falso testimonio y le ha llegado a decir: "No solo le está faltando al respeto al fiscal, sino también a este tribunal".