Este miércoles está señalado en rojo por gran parte de la población española. Un día clave para el juicio del procés. Mariano Rajoy acudirá al Tribunal Supremo para declarar como testigo en la causa contra el independentismo catalán. El expresidente del Gobierno aparca su retiro político y vuelve a escena después de que saliera adelante la moción de censura presentada por Pedro Sánchez.

Después de una jornada en la que han finalizado los interrogatorios a los acusados con las intervenciones de Jordi Cuixart y Carme Forcadell, la octava jornada del juicio se antoja más que interesante. El proceso entra en una etapa clave y en la que Vox podrá, por fin, tener algo de protagonismo más allá de que llegasen tarde a la sesión del martes.

Durante estas primeras semanas de litigio, Javier Ortega Smith y Pedro Fernández no han podido formularles pregunta alguna a los acusados. Todos y cada uno de ellos han rechazado responder a la acusación popular que conforman los dos políticos de Vox. Pero ahora la historia ha cambiado.

Obligados a responder

Si bien los acusados podrían negarse a responder las cuestiones formuladas por la acusación popular e incluso por la Abogacía del Estado, como ocurrió el martes con el presidente de Òmnium Cultural Jordi Cuixart, los testigos no tienen ese ‘privilegio’. Por lo tanto, Mariano Rajoy se tendrá que someter sí o sí a las preguntas de los abogados de Vox a prácticamente mes y medio de que arranque la campaña electoral.

El expresidente del Gobierno, según está planificado, se sometería al escrutinio de la Sala a las 16:00, siempre y cuando el horario previsto se cumpla con minuciosidad. Pues, además de Mariano Rajoy, este miércoles el Supremo recibe un desfile glamuroso de la alta política española.

Gestión “acomplejada”

Pero la comparecencia de Mariano Rajoy llama la atención por encima de todas las cosas, pues el ex jefe del Ejecutivo tendrá que plantar cara a Vox en su testimonio. La formación ultraderechista siempre ha esgrimido que su descontento con la gestión del expresidente se intensificó gracias a su “acomplejada” gestión del asunto catalán

Sin embargo, para añadir más aderezos a este careo, la acusación popular tendrá muy presente lo que Santi Vila, exconsejero de Cultura, Empresa y Conocimiento del Govern, confesó durante su interrogatorio. Recordó que con Mariano Rajoy hubo “negociación hasta el final”. Algo que jamás podrán perdonar en el seno de la formación ultra.

Pese a las anebazas de Vox, el ambiente que se respira en Génova 13 es de tranquilidad absoluta ante las comparecencias de Mariano Rajoy, Soraya Sáenz Santamaría y Cristóbal Montoro. Pablo Casado observará la declaración de su predecesor con total normalidad, como si de algo rutinario se tratase. 

De ‘Esquerra’ a derecha

Pero Mariano Rajoy no será el encargado de abrir la jornada inaugural para los testigos, sino que será el portavoz de Esquerra Republicana en el Congreso, Joan Tardà. A las 10 tendrá que comenzar su declaración el republicano y, según está estipulado en la agenda, cada uno tendrá media hora de testimonio.

Una vez termine Joan Tardà, tendrá que testificar el presidente del Parlament, Roger Torrent que, a su vez, dejará paso al expresident de la Generalitat Artur Mas. Con él se pondrá fin al testimonio de los dirigentes catalanes y será Soraya Sáenz de Santamaría la encargada de abrir el plato fuerte de la jornada.

Pero antes de dejar paso a Mariano Rajoy, tendrá que comparecer el que fuera ministro de Hacienda hasta el pasado mes de junio, Cristóbal Montoro. Será el último testigo del anterior Gobierno en la octava jornada del juicio del procés.