Juana Rivas ha sido condenada a dos años y medio por la sustracción de cada uno de sus dos hijos menores (en total, cinco años), seis años de inhabilitación para la ejercer la patria potestad sobre ellos, una indemnización de 30.000 euros por el daño moral y material hacia Francesco Arcuri, su expareja, y el pago de todas las costas del juicio. El magistrado no ha tenido en cuenta la denuncia por violencia de género que aún está sin resolver.

Se cumple así el peor escenario de todos para Rivas. La Fiscalía ha mantenido la petición de cinco años de cárcel por dos delitos de sustracción de menores y ha sumado el de desobediencia para Juana Rivas, que permaneció un mes en paradero desconocido con sus dos hijos para no entregarlos al padre italiano.