El Consejo General del Poder Judicial ha incumplido la Ley. Nadie ha convocado un pleno para nombrar las dos plazas de magistrado del Tribunal Constitucional pendientes y que, según dice la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial, como máximo, se deben nombrar el 13 de septiembre. Es decir, hoy. Lo sucedido es como la ‘Crónica de una muerte anunciada’ ya que, hasta el propio presidente del CGPJ, Carlos Lesmes, anticipó la semana pasada que se podían incumplir las fechas establecidas por ley.

Así, ante la puerta del Tribunal Supremo, Lesmes explicó hace una semana: “Si tomamos una decisión en un pleno para el 16 o 18 de septiembre tampoco pasa nada”, anticipando lo sucedido hoy.

La ley

Una ley, ahora incumplida por los máximos representantes de los jueces, que es clara, cristalina, y reza lo siguiente: “1.ª La propuesta de nombramiento, por mayoría de tres quintos, de los dos Magistrados del Tribunal Constitucional cuya designación corresponde al Consejo General del Poder Judicial, que tendrá que realizarse en el plazo máximo de tres meses a contar desde el día siguiente al vencimiento del mandato anterior”. Plazo que se cumple hoy, 13 de septiembre.

Pero las conocidas como ‘reglas del juego’ para la elección de los magistrados, aprobada en el pleno del CGPJ se la semana pasada, también decía que “la convocatoria del pleno tendrá lugar cuando lo acuerde el presidente por propia iniciativa o lo soliciten al menos cinco vocales”. Algo que no ha sucedido, puesto que los bloques conservador y progresista aprobaban sus interlocutores hace menos de 24 horas y todavía no tienen fecha de reunión.

Esto último hecho que también se salta una de esas ‘reglas del juego’ que impone que “la solicitud de convocatoria del pleno incluirá los nombres de dos candidatos”, algo que todavía se antoja más que lejano.

Pero lo sucedido, pese a suponer el incumplimiento de una ley, es algo que no ha sorprendido ni a propios ni a extraños, ya que los vocales conservadores ya avisaron que, aunque no bloquearían los nombramientos de los dos magistrados del Tribunal Constitucional, sí se incumplirían los plazos porque: “Es necesario establecer, como primer paso, las reglas de juego. Una vez establecidas, se generará el marco adecuado en el que resulta fundamental que se respeten los tiempos de decisión del Consejo”, o lo que traducido al lenguaje común significa que no pensaban respetar los plazos legales.