El abogado del comisario jubilado, José Manuel Villarejo, ha planteado un incidente de recusación a la presidenta del tribunal, Ángela Murillo, por los comentarios que la juez ha vertido hasta ahora en el juicio de las piezas Iron, Land y Pintor del caso Tándem. Así, el letrado vuelve a poner a Murillo en la picota, porque hay que recordar que, debido a sus comentarios, el juicio contra el líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, se tiene que repetir.

Ante la petición, la juez no se la ha querido jugar y ha suspendido la sesión hasta que todas las partes se lean el escrito del abogado de Villarejo. De hecho, el juicio se retomará a las cuatro de la tarde para que las defensas, acusaciones particulares y populares, la Fiscalía Anticorrupción y la Abogacía del Estado se puedan pronunciar.

El juicio ha comenzado con las defensas protestando después de que la Sala haya rechazado la mayor parte de las cuestiones previas planteadas. Ha sido en ese momento cuando la defensa del principal imputado ha ‘soltado la bomba’. Murillo, evidentemente molesta con la petición, le ha pedido al letrado que explicara qué motivos le han llevado a pedir su recusación. En un tenso diálogo, en el que la juez le pedía que dijera uno por uno “esos comentarios” que presuntamente ella había dicho, el abogado ha relatado varios de ellos.

El abogado ha tildado las respuestas de la magistrada de “sarcásticas”. Entre los ejemplos que ha puesto, por ejemplo, se encontraba la respuesta de la presidenta el día que Villarejo había sido dispensado de acudir al juicio porque tenía que declarar en otro jugado. Ese día, Murillo le recordó al abogado que su cliente no había ido al juicio “por si no lo había notado”.

Caso Bateragune

El fuerte carácter de esta jueza es famoso. De hecho, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos obligó al Supremo a anular la sentencia condenatoria a Otegi por falta de imparcialidad de Murillo.

Arnaldo Otegi fue condenado por la Audiencia Nacional en 2011 a diez años de prisión, junto a otros cuatro líderes abertzales, por intentar reconstruir Batasuna, que había sido ilegalizada por estar vinculada a la banda terrorista ETA. Un años después, en 2012, el Tribunal Supremo rebajó la pena impuesta. Pero tanto Otegi como el resto de condenados acudieron al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) que, en 2018, falló que se habían vulnerado los derechos de los acusados debido a que una jueza, Ángela Murillo, mostró una actitud sesgada que ya venía de un juicio anterior, lo que dejaba a los procesados sin el derecho a un juez imparcial.

En el caso de Otegi, el comentario de la magistrada que llevó a anular las condenas fue uno que hizo en un juicio anterior, en el que Murillo le preguntó a Otegi si condenaba el terrorismo, y tras el silencio del dirigente vasco, la juez le espetó: "Ya sabía yo que no me iba a contestar a esa pregunta". Esa frase llevó a que se repitiera el juicio. Sin embargo, cuando en el segundo caso contra Otegi se pidió la recusación, no se aceptó, lo que provocó que el caso acabara en el TEDH.

Ahora, el abogado de Villarejo ha tirado de esa ‘mala leche’ y ‘respuesta rápida’ que caracteriza a esta juez de la Audiencia Nacional para solicitar su recusación. Pero a diferencia del caso anterior, Ángela Murillo dará voz a todas las partes.