El discurso racista y xenófobo de exaltados ultraderechistas como los que se integran en Vox y en los líderes de opinión que rodean a la formación requiere de un contexto social crispado para poder avanzar. Y sino, estos mismos reaccionarios no dudan en crearlo con el señalamientos de situaciones concretas, que desdibujan a su gusto hasta convertirlas en una generalización que, a su entender, justifica su odio. Esto es lo que está investigando ahora la Fiscalía sobre lo ocurrido en Torre Pacheco y Santiago Abascal, junto a su cachorro de Murcia, está ahora bajo el foco.
Tras la agresión sufrida por un anciano, en el municipio murciano pudieron verse durante días cacerías a inmigrantes instigadas desde los altavoces de la extrema derecha, incluyendo las redes sociales de algunos líderes de Vox. “En los últimos 15 días hemos conocido violaciones salvajes, apuñalamientos, agresiones cobardes y la paz perturbada en las fiestas, las piscinas y las calles”, vinculó directamente Abascal la inmigración con la delincuencia, sin aporte de datos y con el único objetivo de aprovechar la ola de odio generada, también por su formación y sus pseudoperiodistas y matones afines, en Torre Pacheco.
“Es urgente volver a defender nuestra frontera y expulsar a los que han venido a destruir nuestra seguridad, convivencia y economía”, añadía el presidente de Vox. “España padece una invasión migratoria brutal”, continuó señalando sin miramientos a través de sus redes sociales, llegando a hacer más explícita la equiparación de migrantes con delincuentes. “PP y PSOE se empeñan en seguir repartiendo la inmigración ilegal por toda España; es decir, seguir repartiendo la inseguridad y la ruina”, espetaba, asegurando que “hoy vemos las consecuencias en todas partes”, en una clara referencia a lo sucedido en Murcia.
Tres investigaciones
El despliegue de un discurso del miedo, aludiendo a “invasiones de carácter criminal” que solo se refieren a la inmigración pobre, no es algo nuevo en Vox. Sin embargo, en esta ocasión pueden haberse columpiado con su exceso de orgullo y vehemencia a la hora de demostrar su repugnante racismo y la Fiscalía tiene abiertas tres investigaciones por todo lo dicho durante esos días. La primera diligencia de investigación pesa sobre el jefe murciano de Vox, José Ángel Antelo, que ha insistido en su odio con lo ocurrido en Jumilla.
La segunda se refiere a violentos y agitadores como Daniel Esteve, cabecilla de Desokupa; Alvise Pérez, creador de Se Acabó la Fiesta (SALF) y experto en ser condenado por difamación y difusión de bulos; Pablo González Gasca, responsable de marketing digital del partido de Santiago Abascal; o Vito Zoppellari, polizón y agitador ultraderechista. En esta segunda diligencia se encuentran hasta 19 nombres, algunos anónimos, y comparte con la que afecta al líder de Vox Murcia que es la Fiscalía Superior de la Región de Murcia, a través del Área de Cartagena, la que se ha encargado de su apertura.
Caso de Abascal
El caso que afecta a Abascal es diferente por su carácter de diputado de las Cortes Generales, que le otorga el beneficio de estar aforado. Las investigaciones que afectan al cabecilla de la extrema derecha española y que dilucidan si existe sustancia para ir más allá, algo complejo en el caso de la clase política, mucho más amparada por la libertad de expresión que el conjunto de la ciudadanía. No obstante, la a Fiscalía de Sala contra los Delitos de odio y discriminación, apunta este miércoles elDiario.es, estudia el caso.
Las pesquisas están a cargo del fiscal al cargo, Miguel Ángel Aguiar, quien ahonda en sí se ha incitado al odio y discriminación a través de discursos basado en prejuicios raciales. Sea como fuere, si finalmente evoluciona alguna investigación contra Abascal, esta deberá ser abordada por un fiscal del Tribunal Supremo. Para conocer todos los detalles, se investiga también la relación que podrían haber tenido Abascal y otro líderes con el grupo Deport Them Now, impulsor de las cacerías, y si se produjeron intercambio de órdenes o instrucciones.
