La historia de Galileo, un burro que se cree un perro, es de esas que sacan una sonrisa y enternecen. El animal fue rescatado de la calle por los trabajadores del Centro Municipal de Animales de Huelva.

Después de varios meses recibiendo los cuidados de los trabajadors y de convivir con perros, el burro ha adoptado comportamientos impropios para su especie porque los animales suelen copiar lo que ven. Su cuidador lo regaña: "¡Galileo, no eres un perro!", pero él continúa mordiendo, jugando y paseando como si lo fuera. "Es la primera vez que nos pasa un caso así", reconoce el experto, en declaraciones a 20 Minutos.

Galileo será trasladado a un sitio con otros burros

 "Es cierto que venía muy mal. Lo curamos, lo sanamos, lo rehabilitamos, lo desparasitamos, lo vacunamos, le pusimos un microchip", explica una de las empleadas del  Centro Municipal de Animales. "Los burros son muy empáticos y son muy permeables en su personalidad. Si desde pequeñito un burro se cría con una persona, se acabará creyendo que es una persona", asegura.

El Ayuntamiento de Huelva ha formalizado la donación de Galileo a la asociación El burrito feliz, donde el animal podrá estar con otros ejemplares de su especie y olvidarse de su pasado perruno.