Pablo tenía dos años cuando un catarro que se complicó le llevó al borde de la muerte. Este pequeño logró salvar la vida gracias a que un grupo de sanitarios de Burgos y Madrid lanzaron un SOS para poder trasladarlo del hospital de su ciudad al Doce de Octubre de la capital en ECMO, es decir, sujeto a la vida por una máquina de oxigenación por membrana extracorpórea que permite proporcionar soporte cardiaco y pulmonar a enfermos críticos. Pagándolo de su bolsillo, el equipo del Hospital de Málaga se encargó de la tarea con la máquina del centro madrileño.
Superado el susto, Cristina, su madre, puso en marcha una campaña de recogida de firmas a través de Change. org para pedir que este sistema que permite sustituir temporalmente la función cardíaca y/o pulmonar en pacientes con fallo multiorgánico reversible estuviera disponible para todos los niños españoles, bien por medio de equipos en todas las comunidades, o por medio de un protocolo de desplazamiento de urgencia de los equipos, que permitiera acutar en minutos como ocurre con los trasplantes de órganos.
El caso de Pablo no es único, su catarro se transformó en bronquiolitis y después en una atelectasia pulmonar, lo que le ocurre a más niños. Cada año en España, según datos de la Sociedad Española de Cuidados Intensivos Pediátricos (SECIP), aproximadamente 200 menores, por esta u otras razones, necesitan el apoyo del sistema ECMO. Sin embargo, las limitaciones geográficas y logísticas han impedido a muchos pequeños acceder a él.
Esta semana, sin embargo, se ha dado un importante paso para garantizar que los niños españoles puedan ser tratados con ECMO si lo precisan. El hospital cuyo personal salvó la vida de Pablo hace casi tres años, el hospital Materno Infantil de Málaga ha sido acreditado para transportar a menores conectados a estas máquinas, lo que le sitúa como centro de referencia junto al Vall d'Hebrón, de Barcelona, y el Doce de Octubre de Madrid. De este modo, el Ministerio de Sanidad articula una red de hospitales capaces de garantizar este tipo de transporte vital en cualquier punto del país.
El logro implica un reconocimiento a la cualificación de este centro andaluz y de sus profesionales, que han tratado con ECMO a más de 120 niños desde que comenzó a utilizarse en 2014 en el Servicio de Cuidados Intensivos Pediátricos. Más de un centenar de casos se han abordado en su UCI y otros 21 han sido trasladados entre hospitales, tanto de Andalucía como de otras regiones como Castilla-León o Extremadura. Los datos confirman su éxito: la tasa de supervivencia al alta ha sido del 75%, lo que supera los estándares internacionales. Lo que se hizo en 2022 con Pablo, a través de un grupo informal de WhatsApp ahora entra a formar parte de un engranaje protocolizado para salvar la vida de niños que como él pueden precisar de este equipamiento en un momento dado.
Cristina, recoge el diario Málaga Hoy, reconoce que no puede estar más contenta con la noticia. Aunque sabe que ella y otros familias han tenido que ver en esto, defiende que "los que han trabajado han sido los profesionales". De quienes trataron a su hijo jamás olvidará sus nombres: los pediatras de las UCI del Hospital de Burgos, Fernando Sáenz; del Materno, Antonio Morales; y del Doce de Octubre, Silvia Belda.
Para el personal del Materno de Málaga la acreditación recibida supone "un respaldo a la trayectoria de excelencia y a la capacidad organizativa del equipo que durante años ha realizado estos transportes de forma voluntaria, incluso fuera del horario laboral y en jornadas festivas". "La puesta en marcha del programa CSUR (centros de referencia) refuerza la equidad y la seguridad en el acceso a este soporte vital en todo el país”, subraya el jefe de servicio de Cuidados Críticos y Urgencias Pediátricas, José Camacho.
En una línea similar se pronuncia el coordinador del programa ECMO y facultativo de la UCI Pediátrica, Antonio Morales, que ve en el reconocimiento del Ministerio de Sanidad "un premio al esfuerzo realizado durante estos años, que nos impulsa a seguir mejorando y a consolidar un modelo asistencial altamente especializado que ya ha demostrado su eficacia”.
El gerente del hospital malagueño, José Antonio Ortega, por su parte, subraya que el centro ha demostrado "una capacidad técnica, clínica y humana excepcional", a lo que añade que "la designación como CSUR supone un hito para la sanidad pública andaluza”. "Este modelo compartido permite ofrecer a todos los menores las mismas oportunidades, estén donde estén, y avanzar hacia una medicina pediátrica avanzada, solidaria y de calidad”, resume.
La red nacional de transporte ECMO en pediatría se fundamenta en la cooperación entre hospitales de referencia y servicios de emergencias. En el caso de Málaga, el equipo está formado por cirujanos cardiovasculares pediátricos, intensivistas pediátricos, perfusionistas y profesionales de enfermería, además de por personal del 061 de Andalucía. Todos ellos actúan en coordinación con el hospital emisor para valorar al paciente, realizar la canulación y trasladarlo de forma segura.