El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha lanzado un mensaje rotundo de apoyo a la comunidad LGTBI+ durante el acto de celebración del XX Aniversario de la aprobación del matrimonio igualitario en España, donde también ha estado el ex jefe del Ejecutivo José Luis Rodríguez Zapatero. En un discurso cargado de simbolismo y reivindicación, ha situado a nuestro país como referente internacional en derechos civiles, ofreciendo acogida a quienes siguen sufriendo persecución por su identidad u orientación sexual en otros lugares del mundo. "No solo ganó el amor, sino también la libertad de decir 'sí quiero", reivindicó.

España no es Hungría”, ha afirmado Sánchez, en una clara alusión crítica al Gobierno ultraconservador de Viktor Orbán, que recientemente ha prohibido la celebración del Orgullo en Budapest. Aunque ha matizado que la sociedad húngara merece todo el respeto, ha querido dejar claro que Madrid se convertirá simbólicamente en Budapest, acogiendo también la lucha de quienes, fuera de nuestras fronteras, no pueden manifestarse libremente. “España es vuestra casa”, ha proclamado el presidente desde el Museo del Traje de Madrid, donde ha tenido lugar el acto conmemorativo.

Con esta declaración, el jefe del Ejecutivo ha querido remarcar el carácter abierto, diverso y plural del país, precisamente en un momento en el que en Europa resurgen discursos autoritarios que intentan revertir avances en materia de igualdad. “Este Orgullo no solo reivindica lo que aún queda por lograr aquí, sino también lo que hacemos por quienes no pueden alzar la voz en sus países”, ha añadido.

Durante su intervención, Sánchez también ha hecho memoria de los momentos difíciles que marcaron la tramitación de la Ley del Matrimonio Igualitario, aprobada en 2005 bajo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Ha recordado cómo aquella conquista histórica fue atacada con ferocidad por sectores conservadores que la tachaban de "aberración", "error histórico" o incluso “una amenaza para la familia”.

“En aquel momento, si el término existiera, nos habrían llamado 'wokes'”, ha ironizado el presidente, en referencia a la crítica habitual de la derecha a los movimientos por los derechos civiles. “Pero 20 años después, podemos mirar a los ojos del pasado y afirmar con rotundidad que no se rompió nada. Al contrario, se amplió el concepto de familia, se reconoció la diversidad y se hizo más justa nuestra democracia”, ha subrayado, dirigiéndose directamente a Zapatero para reconocer su legado.

Además, Sánchez ha aprovechado el acto para respaldar públicamente la nueva iniciativa legislativa presentada por el Grupo Parlamentario Socialista para castigar las terapias de conversión, prácticas pseudocientíficas que aún hoy se dirigen a “corregir” la orientación sexual o identidad de género de una persona. “Este mes dimos un paso muy importante al registrar una proposición de ley para incorporar al Código Penal penas de hasta dos años de cárcel para quienes promuevan o consientan estas terapias”, ha anunciado.

La proposición, que se someterá a votación en el Pleno del Congreso este martes, prevé también sanciones para los padres o tutores que consientan que menores sean sometidos a estos procedimientos, reforzando así el marco legal contra la discriminación por orientación o identidad sexual.

Con su intervención, Sánchez ha reivindicado el papel de España como vanguardia en derechos LGTBI+, en un contexto internacional donde estos derechos vuelven a estar amenazados. En plena semana del Orgullo, el presidente ha querido dejar claro que no solo se conmemoran avances pasados, sino que se renueva el compromiso para seguir defendiendo la libertad, la dignidad y la igualdad, dentro y fuera de nuestras fronteras.

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