La princesa Leonor ha asistido a una de las citas más importantes de su vida: la jura de la Constitución en el Congreso de los Diputados, coincidiendo con su 18 cumpleaños. La ciudad de Madrid se ha engalanado para albergar la ceremonia; mientras tanto, la princesa de Asturias viajaba hacia la Cámara Baja en un Rolls-Royce Phantom IV que ha acaparado las miradas de los ciudadanos. Como suele ser habitual, la procedencia del vehículo ha disparado los rumores por los vínculos con Francisco Franco, pero, ¿por qué se ha hablando abiertamente del dictador? Y lo más importante, ¿es cierto que fueron un regalo de Hitler?

Casa Real cuenta con tres automóviles de esta firma: dos limusinas de cinco y siete plazas respectivamente, además de un descapotable. Todos ellos fueron encargados por la Jefatura del Estado Español, aunque, con el paso del tiempo, se decidió sustituir a este último la capota por un techo de cristal blindado. Este modelo fue precisamente el utilizado por los actuales reyes Felipe VI y Letizia Ortiz en su boda, aunque la modificación fue revertida tras la celebración del enlace. Cabe destacar que únicamente se fabricaron 18 vehículos a mano.

En este caso, nos vamos a centrar en el Rolls-Royce Phantom IV de color negro utilizado en varias ocasiones. Incluso durante la jura de Leonor se ha llegado a comunicar en Telemadrid que fue un regalo de Adolf Hitler, dictador nazi homólogo a Francisco Franco durante el siglo pasado. Sin embargo, volvemos a encontrarnos ante un bulo: el coche que sí regaló Hitler a Franco fue el enorme y exclusivo Mercedes 540 G4, un automóvil con seis ruedas desarrollado en los años 30 y que nunca salió a la venta. Este Mercedes fue un obsequio del dictador alemán al español en 1940 con motivo de su 50 cumpleaños.

Por lo tanto, los Rolls-Royce que hoy pertenecen a Patrimonio Nacional fueron un encargo directo al fabricante británico en el año 1952, sin ningún tipo de vínculo con el régimen alemán. 

¿Cuál es la historia real del Rolls-Royce?

El modelo en cuestión fue diseñado de manera exclusiva y muy limitada para diferentes personalidades como jefes de Estado o miembros distinguidos de las Casas Reales. Precisamente, esta realidad motivó que el fabricante británico incluyese una significativa diferencia entre estas ediciones del Phantom IV en comparación a otros modelos de la firma. La estatuilla del radiador no figura erguida, sino que aparece inclinada. A continuación se explicará si realmente se procedió a ejecutar esta idea a modo de genuflexión.

La intención fue únicamente fabricar un vehículo para el duque de Edimburgo, futuro marido de la que sería la reina Isabel II. Sin embargo, tal fue la expectación que la España de entonces solicitó la adquisición de tres unidades similares; lo que motivó que la firma británica decidiese ampliar la tirada. Como es evidente, el planteamiento fue comercializarlos en un mercado limitado solo a ciertos sectores muy selectos. Inicialmente se vendieron 15 unidades, aunque se aceptaron tres nuevos pedidos; por lo que la cifra aumentó a 18.

Los tres Rolls-Royce de Patrimonio Nacional

Patrimonio Nacional cuenta con tres unidades de color negro con carrocería Mulliner. Todos ellos cuentan con una insignia inclinada, pero para nada tiene algo que ver con la rumoreada genuflexión. Se tomó esta decisión para facilitar la visibilidad del conductor dado que así se facilita la visibilidad. Si miramos al pasado, el General Francisco Franco utilizó todos ellos de manera habitual para viajar a lo largo y ancho del territorio nacional. Con el paso del tiempo, cayeron en desuso.

Estas tres unidades siempre han pertenecido al Ejército de Tierra y, curiosamente, se han comenzado a utilizar más en los últimos tiempos. De hecho, suelen ser los vehículos utilizados por la Casa Real en eventos y celebraciones de alto significado, así como en los desfiles por el Día de la Hispanidad. Como ya se ha mencionado, fue en uno de ellos donde viajaron los actuales reyes el día de su enlace matrimonial.

La princesa Leonor jura la Constitución

Pasadas las 11:30 horas de la jornada del martes 30 de octubre, la princesa Leonor ha prestado juramento a la Constitución con el mismo ejemplar de la Carta Magna y la misma fórmula que su padre, Felipe VI. Ha sido tras la intervención de Francina Armengol en el Congreso de los Diputados: "Hace 37 años, uno de los padres de nuestra Constitución y en aquel momento Presidente de las Cortes, Gregorio Peces-Barba, habló en un día como hoy de que la única forma de concordia entre todos los españoles y las españolas era este Parlamento, modelo de progreso y de libertad. Quiero traer aquí sus palabras para acabar, pues esa concordia ha de seguir siendo nuestro horizonte, hoy, mañana y siempre. Muchas gracias. Moltes gràcies. Eskerrik asko. Moitas grazas".